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Despega la camelina, el cultivo que podría mover la aviación civil y militar

Una aeronave de Iberia que puede utilizar biocombustible. | DA

GINÉS MENA (EFE) | Madrid

Arranca estos días la primera recolección de 2.000 hectáreas de camelina, cultivo que “despega” en España gracias al impulso del Gobierno, autonomías y empresas de aviación e hidrocarburos para obtener, de su aceite, bioqueroseno para automoción, aviación civil y militar.

El director de Camelina Company España (CCE), Yuri Herreras Yambanis, ha resaltado a Efeagro las buenas perspectivas para el cultivo -su extensión se multiplicará por cinco para 2012-, en el que se han implicado Gobierno y comunidades autónomas -Castilla-La Mancha, Castilla y León, Andalucía, Extremadura, Aragón o Madrid- y que podría generar centenares de empleos.

CCE opera desde hace tres años en España, cuando se constituyó una joint venture entre el líder mundial en producción y comercialización de camelina -la estadounidense Great Plains Oil & Exploration (Great Plains-The Camelina Company)- y compañías especializadas en el desarrollo de proyectos agroenergéticos.

La empresa, que también trabaja junto a Airbus en el desarrollo de una iniciativa similar en Rumanía, cree que en 2017 se podrían alcanzar en España unas 100.000 hectáreas de este cultivo de segunda generación, aunque eleva el potencial nacional hasta las 300.000 ha.

Según Herrera, España quiere un “barril verde” para depender menos del queroseno de origen mineral, muy costoso (800-1.000 euros/t) y sujeto al comercio de derechos de emisión de CO2.

El bioqueroseno es hoy más caro que el proveniente del refino de petróleo, aunque en próximos años será competitivo, ha indicado.

Permitirá, en concreto, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 60 %, por lo que genera créditos de carbono para las aerolíneas y minora la diferencia en el precio final.

El objetivo de España es alcanzar 200.000 toneladas de aceite de camelina anuales -para 2020 o incluso antes-, lo que requerirá la construcción de una refinería en España, según Herrera, quien ha recordado que la matriz americana de la compañía ha desarrollado miles de hectáreas en Montana (EEUU) y el sur de Canadá.

CCE rubricó en octubre del año pasado la Iniciativa Española de Producción y Consumo de bioqueroseno para aviación, en la que también están involucrados Cepsa, Repsol, CLH, Iberia o Airbus, así como departamentos del Gobierno español, que apuestan por la camelina frente a otras alternativas barajadas, como la jatropha.

Según fuentes empresariales, el sector puede generar 2,2 puestos de trabajo por cada 100 hectáreas (lo que se traduciría en 2.200 empleos en el campo si se rebasaran las 100.000 hectáreas).

De cara al próximo año, la firma prevé pasar de las 2.000 hectáreas que ahora se recolectan en campos españoles hasta 10.000, con acuerdos con agricultores a los que dotan de las semillas y asesoramiento técnico y a los que compran todo el grano -se barajan unos rendimientos de 1.500-2.500 kilos por hectárea-.