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El Gobierno prevé disminuir la velocidad en las carreteras convencionales de 100 km/h a 90

EUROPA PRESS | Madrid

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha asegurado este lunes que tienen “bastante claro” que van a reducir la velocidad en las carreteras convencionales de 100 kilómetros por hora a 90, porque son las que registran más siniestralidad.

En declaraciones a la prensa tras participar en el Barcelona Tribuna, foro promovido por la Sociedad Económica Barcelonesa de Amigos del País, la Asociación Española de Directivos (AED) y La Vanguardia, ha explicado que están “bastante convencidos” de reducir este límite para mejorar en seguridad vial, aunque ha indicado que lo implementarán en el momento adecuado.

Sobre la posibilidad de aumentar el límite máximo de las autopistas y autovías a 130 km/h, el ministro del Interior ha asegurado que lo están estudiando, aunque todavía “no hay una decisión tomada”. En este sentido, fuentes de la Dirección General de Tráfico (DGT) han matizado a Europa Press que para lo que hay “consenso” y que es seguro que se va a realizar es bajar la velocidad de 100 a 90 kilómetros en todas las carreteras secundarias, mientras que la posibilidad de aumentar la velocidad en autopistas sólo está “en estudio” y no hay ningún proyecto para hacerlo a corto plazo.

“Hay un consenso social de que el diferencial entre las autopistas y autovías y las carreteras convencionales de 20 km/h no es razonable”, ha reflexionado Fernández, para quien hay tres opciones de cambiarlo: subiendo la velocidad de autopistas y autovías, bajando la de las carreteras secundarias o un sistema mixto. Por el momento, ha indicado que le parece “bastante razonable” que se reduzca la velocidad en las carreteras convencionales, donde hay un índice de siniestralidad superior con consecuencia de lesiones y muertes.

Actualmente, los turismos tienen limitado a 120 kilómetros por hora la velocidad en autovías y autopistas, mientras que el límite en carreteras secundarias es de 100 kilómetros por hora, para aquellas vías que tengan un arcén pavimentado de 1,5 metros o más de anchura o más de un carril para alguno de los sentidos de circulación, y de 90 kilómetros por hora para el resto.

El anterior director de Tráfico, Pere Navarro, ya planteó la posibilidad de reducir la velocidad en todas las vías secundarias de 100 a 90 kilómetros por hora, aunque finalmente la medida no llegó a ponerse en práctica en la anterior legislatura.

Las víctimas de accidentes aplauden la rebaja

El presidente de la Asociación Estatal de Víctimas de Accidentes de Trafico (DIA), Francisco Canes, ha aplaudido hoy la “valiente” decisión del Ministerio del Interior de reducir de 100 a 90 kilómetros por hora el límite de velocidad en las carreteras convencionales.

“Creemos que es una medida valiente tomada por Interior y por la DGT que no podía demorarse más”, ha asegurado Canes, que se ha mostrado convencido de que circular más despacio en estas vías reducirá los accidentes y su gravedad, mejorará la calidad del medio ambiente y supondrá un ahorro en la factura energética.

“Ahora esperamos que las diferentes administraciones que son titulares de las vías las doten de elementos de seguridad que impidan muertes absurdas por salidas de la vía que con mínimas protecciones podría evitarse”, ha añadido el presidente de DIA en un comunicado.

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Race apuesta por límites variables de velocidad, según condiciones de la vía

El Real Automóvil Club de España (RACE) ha expresado su opinión favorable a una posible revisión de los límites de velocidad en función de las condiciones de la vía en cuanto a densidad, peligrosidad, tipo de calzada y meteorología.

En un comunicado, este club automovilístico sale al paso del anuncio del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, de que la velocidad máxima en las carreteras secundarias se rebajará de 100 a 90 km/h y que se estudia elevarla en las autovías de 120 a 130 km/h.

Para el Race, aunque todavía no hay una decisión adoptada, antes de fijar estos límites se deben tener en cuenta estas consideraciones.

El club automovilista se apoya en que estos condicionantes predominan en países como Alemania y Francia que destacan por sus bajos índices de siniestralidad vial.

El Race abunda en que hay sistemas tecnológicos para gestionar las velocidades en las diferentes vías existentes, bajo la denominación de señalización variable, que vienen utilizándose ya en las autovías y autopistas españolas de nueva generación.

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