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El software para vulnerar cuentas bancarias se hace más sofisticado

OTR/PRESS | Madrid

Dos de los tipos de software más peligrosos y penetrantes para robar dinero de cuentas bancarias han sido mejorados y pueden transferir dinero automáticamente sin la supervisión de un ‘hacker’, según un grupo de investigadores.

Las últimas variantes de los programas SpyEye y Zeus han robado ya hasta 13.000 euros de una vez de una sola cuenta y están en las primeras fases, según investigadores de Trend Micro, una firma de seguridad con sede en Japón que tiene muchos bancos entre sus clientes.

El vicepresidente de Trend Micro, Tom Kellerman, ha asegurado a Reuters que los investigadores de su compañía habían visto nuevos ataques en una docena de instituciones financieras en Alemania, Reino Unido e Italia.

Esto es problemático porque los bancos europeos tienen por lo general defensas tecnológicas mayores que en Estados Unidos, y Kellerman considera “inevitable” que las variantes crucen el Atlántico.

El nuevo código tiene el potencial de aumentar drásticamente la cantidad robada de las cuentas y la guerra entre los bancos y las organizaciones de delincuentes que operan a menudo desde el este de Europa.

“Esto tiene implicaciones tremendas”, ha asegurado Kellerman. “Estos ataques llevan a una nueva era de atracos bancarios”, ha agregado.

Al igual que otras firmas de seguridad, Trend Micro saca beneficio de vender software y servicios a instituciones y consumidores preocupados por el espionaje online y la toma de cuentas.

Aunque escritos y controlados por grupos diferentes, SpyEye y Zeus comparten la capacidad de instalarse en las computadoras que visitan webs peligrosas o páginas legítimas que han quedado bajo el control de ‘hackers’.

Ambos programas se venden en la economía sumergida del ‘hackeo’, donde pueden hacerse a medida o mejorarse con módulos adicionales como los que se acaban de descubrir.

Los programas han usado ya una técnica llamada “inyección web” para generar nuevos campos de entrada cuando las víctimas introducen sus contraseñas de cualquier cuenta bancaria o página web de información delicada.

Además de pedirle el número de cuenta y la contraseña, se solicita a la víctima el número de su tarjeta de crédito. Todo lo que se teclea va directamente al ‘hacker’, que luego se conecta y transfiere el dinero a la cuenta de un cómplice.

Transferencias pequeñas para no llamar la atención

Estas transferencias pueden requerir mucho tiempo y el ‘hacker’ tiene que pensar cuánto puede sacar de una vez sin llamar la atención. Son preferibles muchas transferencias pequeñas, pero eso lleva más tiempo.

Durante el último año o más, algunas variantes han logrado captar las contraseñas únicas que los bancos envían por mensaje de texto a los clientes a través del móvil como una medida de seguridad reforzada. Pero en esos casos, un ‘hacker’ tiene que estar online 30 o 60 segundos para usar la contraseña única.

El nuevo software permite al delincuente sacar dinero mientras duerme. Podría incrementar significativamente el número de cuentas ‘hackeadas’ y la velocidad a la que son vaciadas.