carlos quintero > presidente de la asociación de ocio y restauración (oico)

“En los negocios, ser amigo de políticos genera más problemas que ventajas”

RAÚL DÍAZ | Santa Cruz de Tenerife

CARLOS QUINTERO
Carlos Quintero, en uno de sus locales de la calle de La Noria. / FRAN PALLERO

Lleva más de media vida dedicándose a la hostelería y el que lo conoce bien sabe que su profesión es solucionar problemas. Es uno de los empresarios del ocio más conocidos de Santa Cruz, sector que no pasa por su mejor momento, pero no para de montar nuevos proyectos. Enamorado de su ciudad, Quintero se resiste a bajar lo brazos en esta época de crisis tan galopante.

-Usted empezó en los negocios de ocio en Santa Cruz hace ya más de quince años. Ha vivido de todo, pero ¿está viviendo el sector el momento más duro de las últimas décadas?

“Ahora mismo estamos viviendo un momento en lo que hay que hacer es trabajar mucho, porque la facturación esta cayendo. Hay que inventar cosas nuevas para intentar aumentar la facturación de los locales. Uno de los factores mas importantes es el ambiente, ahora mismo hay que trabajar el doble para ganar la mitad que se hacía hace años. Importante también es mantener la calidad del servicio”.

-Es decir, que ahora a la persona que esté pensando en invertir en montar algún negocio en la ciudad, ¿qué le recomendaría?

“Lo que hay que hacer es aguantar este temporal de la mejor manera posible, y en estos momentos yo no recomendaría a nadie que invirtiera, más bien que potencie lo que tiene porque no hay volumen de gente para tanto local”.

-Lógicamente el sector no pasa por su mejor momento, pero usted ha ganado mucho dinero a lo largo de estos años. Las comparaciones son odiosas, pero el ocio en Santa Cruz era un referente hace quince años. ¿Volverá la ciudad a brillar con luz propia?

“Hombre, eran otros tiempos y se trabajaba mucho mejor. La verdad es que fue una época dorada de los negocios en donde todos nos beneficiamos, desde los empresarios pasando por los proveedores, trabajadores y clientes”.

-Y una de las cosas más llamativas es que ves cómo se abre un local, y al cabo de poco tiempo muchos no aguantan el tirón y no les queda más remedio que cerrar las puertas.

“Es que mantener un local de hostelería en Santa Cruz es muy complicado. Sólo hay que hacer un repaso a los negocios que llevan con las puertas abiertas más de veinte años y te quedas con tres. Mesón Castellano, El Líbano y Taberna Ramón; el resto han sido negocios de temporadas”.

-Si mira atrás en el tiempo y recuerda sus comienzos, ¿qué queda de aquel joven recogevasos al actual empresario?

“Nostalgia e ilusión. Mi primer negocio fue una terraza de verano que se llamaba La Tribu en la Dársena Pesquera, ahí empezamos poco a poco y nos sirvió para conseguir infraestructura para los siguientes negocios. Después estuve en la Avenida de Anaga, en el Fool Company, con Luis Lerín y Alfonso Escalero. para mí también ha sido una persona muy importante Eduardo Echeto, además de socio es mi amigo, y es en los momentos malos cuando hemos estado más juntos. Estuve en el proyecto del Tropicana, donde algunos ganaron dinero y otros no. El problema radicó principalmente con los turoperadores”.

-Usted fue uno de los empresarios que estuvieron en la avenida de Anaga cuando se puso de moda, pero el final de esa zona no acabó bien.

“Fue un época muy bonita en la que las marcas nos apoyaban, la verdad es que se habría podido alargar la vida de esa zona donde los vecinos tenían parte de razón. hay que decir que ahora mismo hay negocios que están funcionando y se están dando los condicionantes para que comience a funcionar de nuevo. Nuestra generación era distinta y teníamos hábitos diferentes, no existía el botellón y poníamos zonas de marcha de moda como la calle Salamanca y La Marina”.

-También se ha dicho que usted ha sido un protegido de ciertos políticos, y eso lo ha aprovechado para sus negocios.

“Yo intento llevarme bien con todo el mundo. Para mí ha sido un problema en vez de una ventaja el ser amigo de ciertos políticos, como mucha gente, la gente piensa que si a alguien le va bien en los negocios es por determinadas amistades, y se equivoca. Estamos en un a ciudad en la que desde hace años todo se lleva al juzgado, y así no se arreglan las cosas. En los negocios hay que practicar más el café y el hablar que el ir a los juzgados”.

-Poco a poco se han ido quemando ciertas zonas de la ciudad, que parecen que son gafes para montar negocios. Pero la realidad es que vivimos junto al mar pero de espaldas a él. ¿Habrá forma de que el futuro del comercio pase por nuestra costa?

“Sin duda, y en eso estamos trabajando no sólo nosotros sino la gran labor que está haciendo Pedro Rodríguez Zaragoza para que eso sea así. hay una cosa que está clara y que no podemos renunciar a ella y es que tenemos que aprovechar la disposición al mar que tenemos en la ciudad de Santa Cruz”.

-Por último, intente venderme optimismo, que la gente crea que esta ciudad no está muerta y que hay proyectos importantes que se están intentando sacar adelante ahora mismo.

“Tenemos que tener la capacidad de generar optimismo, que se consigue trabajando más y apoyándonos todos. Si no conseguimos que la gente hable mejor de nosotros no conseguiremos nada, y ahí será importante la sinergia entre administración pública, empresariado y patrocinadores”.