NICOLÁS DORTA | Arona

Dionisio Rocha está al frente del Partido Popular en el Ayuntamiento de Arona, con cuatro concejales en la Corporación. Lleva poco en política. Está casado, tiene dos hijos y nació en Tijarafe (La Palma). Por vinculación familiar desde joven estuvo relacionado con la agricultura. Es secretario de la Cooperativa Agrícola de Costa del Silencio, vocal del Consejo Insular de Aguas y fue uno de los impulsores de la desaladora de Las Galletas, en nombre de la comunidad de regantes. Le gusta estar informado, lee los principales periódicos todos los días, sobre todo desde su ordenador, y opina que la prensa debe ser “más crítica con las cosas que no se hacen bien, más independiente y no estar siempre con el poder”, dice. También asegura que falta transparencia en la mayoría de los políticos, pues “se ha perdido parte del romanticismo”. Ha conocido al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. “Es más cercano y sencillo en el cara a cara”, afirma. Por ahora, no lleva móvil con Internet. Prefiere consultar el correo electrónico cuando llega a casa”.

-¿Cuál es su relación con el grupo de gobierno?

“Tengo una buena relación, aunque a veces nos gustaría que fueran más transparentes, que nos facilitasen los expedientes cuando nosotros se los pedimos. En este sentido tengo más relación con la oposición”.

-¿Cómo ve el Ayuntamiento ahora?

“En Arona no se gobierna bien, y no lo digo porque esté en la oposición. Lo que no puede ser es que en este año se hayan producido más de 300 reparos de ilegalidad en los expedientes que se tramitan entre los diferentes patronatos. Son cosas que no se hacen bien y que se siguen repitiendo; es el costumbrismo de Arona. En Turismo por ejemplo, las faltas son contundentes, pagos y viajes improcedentes”.

-¿Qué le parece todo este culebrón que se ha montado con el Plan General?

“No se hace la política que los ciudadanos necesitan. Nos hemos pegado veinte años para aprobar el Plan General y desde el propio área de Urbanismo reconocen que todavía hacen falta ciertas modificaciones para que el documento esté en su sitio. Esto no se entiende”.

-¿Cree que se tiene planificada una idea de municipio?

“Aquí se ha improvisado mucho y no se ha contado con la gente. No cabe en la cabeza lo que se quería hacer en Cabo Blanco, una megaciudad, con millones de metros cuadrados. Eso no es lo que quería el municipio de Arona. Todo producto de la burbuja inmobiliaria. Tampoco se han hecho hoteles en los últimos veinte años. Deberíamos aprender de otros municipios. El Plan General de Ordenación me parece descompensado. Teníamos que haber reconocido asentamientos rurales que no se han recogido. Tenemos un municipio con 80 kilómetros cuadrados y no hay un urbanismo bien planificado. Insisto que no recuerdo el último hotel que se hizo aquí de cuatro y cinco estrellas. No se han mejorado las playas desde la época de Manuel Barrios (exalcalde, exedil de Urbanismo), desde que se construyera Las Vistas. Parece que vivimos de espaldas al mar. Y todavía la playa Los Tarajales está pendiente de acondicionar, después de tantos años. Afortunadamente, ahora está el Partido Popular en Madrid y tenemos intención de ayudar”.

-¿Qué idea de municipio tiene entonces su partido para mejorar las cosas?

“Soy de los que creo que debemos reestructurar el urbanismo en el municipio. Embellecer cada uno de los barrios, alegrarlos, que están tristes. Me pregunto dónde está el Plan de Barrios, que no lo he visto. Hay barrios abandonados, como Cabo Blanco, el Valle y sobre todo El Palm-Mar. El propio PGO se ha cargado el ocio. Yo no veo ningún lugar de expansión del ocio, ni nocturno ni diurno. Nos lo hemos cargado. Un municipio que recibe millones de habitantes. No podemos estar viviendo de los hoteles de hace 20 años, ni de la misma oferta. Los empresarios tenían que actuar también conjuntamente con el Ayuntamiento. Qué podemos esperar de un municipio que no tiene red de saneamiento en casi el 70%, salvo Las Américas, Los Cristianos y Las Galletas. Pueblos como Cabo Blanco o El Fraile, todavía funciona con pozos, con cubas de agua. Eso no es precisamente una buena planificación urbanística”.

-¿Cómo aprecia el Ayuntamiento a nivel económico?

“Arona debe 20 millones de euros. Está dentro de los ratios, pero soy de los que digo que los parámetros que se pedían antes no deben ser los que se pidan ahora. Se tienen que reducir. En poco más de tres años el remanente de tesorería que teníamos de 26 millones de euros lo hemos perdido”.

-¿Qué le parecen los presupuestos aprobados recientemente?

“Me parecen unos presupuestos descompensados. Tenemos la suerte de ser un municipio que todavía tiene entrada del dinero de los impuestos. No hemos notado el peso de la crisis fuertemente y no entendemos cómo se genera un 7 u 8% más del gastos del Ayuntamiento que no entendemos. Tampoco hay inversiones en un año, muy pocas, y no entendemos partidas que suman 380.000 euros en estudios económicos relacionados con la movilidad, entre otros”.