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¿Envidia sana?

POR LEOCADIO J. MARTÍN BORGES*

Nuestra envidia dura siempre más que la dicha de aquellos que envidiamos.
-François de la Rochefoucauld

La envidia es algo presente en todos los ámbitos de nuestra vida. La mayoría de nosotros no pensamos que sea algo positivo. ¿Tenemos razón? Quizás. Especialmente en un país en el cual parecemos deseosos de tumbar a nuestros héroes desde el momento en que tienen un tropiezo. De esto saben mucho nuestros deportistas de élite, que pasan de ser absolutamente idolatrados a ser hundidos si no consiguen lo que todos esperamos de ellos. Sin embargo, la envidia puede no ser tan mala después de todo. Todos conocemos sus efectos perniciosos sobre el ser humano, pero cuando no tiene una carga negativa, ¿puede ser beneficiosa?
La envidia desata fuerzas destructivas difícilmente comprensibles gracias a que es una emoción hostil que, a menudo, dispara conductas agresivas. Podemos afirmar que está detrás de multitud de actos deleznables o es la fuente inagotable de la literatura negra, romántica, dramática o, incluso, política. No obstante, los psicólogos han identificado dos tipos de envidia, que expone J. Dean en su blog. Nuestra tendencia es sentir envidia “de la mala” hacia otra persona cuando creemos que su éxito no es merecido. Este tipo de envidia nos hace sentir animadversión hacia este y unos profundos deseos de que se le caiga “el montaje”. Sin embargo, cuando percibimos que este éxito es merecido, lo que sentimos es envidia “sana” que, al contrario de la “no sana”, es inspiradora y motivadora.

La envidia sana es la que te levanta el ánimo más que querer bajárselo al otro. Es algo inherente a la naturaleza humana compararnos con los demás. Resulta particularmente interesante cuando esta comparación se produce con alguien que pensamos que, de alguna manera, es mejor que nosotros.

Cuando realizamos una comparación “por elevación”, podemos experimentar muchas reacciones emocionales diferentes. Como profesional de la salud, tengo la suerte de conocer a muchos colegas brillantes. Son personas realmente admirables y con una gran capacidad en el desempeño de su labor. Siempre trato de aprender de ellos y, en muchos casos, admiro su capacidad empática, su facilidad de comunicación o su dedicación a lo que hacen. Otro tipo de reacción que podría tener, sin embargo, tiene un cariz más destructivo, y podría derivar en un deseo de que algo malo ocurriese a este colega tan brillante.

En un interesante artículo publicado por N. Van de Ven y sus colaboradores el pasado año, se sugiere que la envidia -sana-, puede resultar particularmente útil para motivar a las personas hacia su propia superación.

En este trabajo se considera que es lo que hace que las personas se motiven para mejorar. Es interesante observar que la admiración, que nos hace sentir bien, no conduce a un intento de mejora, mientras que la envidia sana si lo consigue. La admiración provoca una rendición feliz, comentan los autores, un sentimiento que hace que creamos que alguien es tan brillante como inalcanzable. La envidia, al contrario, a pesar de provocar frustración, nos empuja a intentar mejorar y esforzarnos más.

A continuación, les propongo cuatro formas en que este tipo de envidia puede ser útil:

1. La envidia sana motiva

Si nos comparamos con la persona correcta, este tipo de envidia puede motivarnos. Especialmente si con quien nos comparamos está en nuestro nivel, puede empujarnos para intentar conseguir unos mejores resultados.

2. Te hace sentir bien

Si nos paramos a pensar, nos daremos cuenta de que nos comparamos automáticamente con aquellos que están haciendo algo mejor que nosotros. Esto, de alguna forma, nos proporciona esperanza, nos hace sentir bien. Compararnos nos puede dar información de como realizar una tarea. Si tenemos la fortuna de observar a alguien habilidoso, aprendemos. Este tipo de envidia sana puede cambiar nuestras perspectivas acerca de algo que no creíamos posible conseguir. En otras palabras, puede cambiar nuestra probabilidad percibida de éxito.

3. Nos hace más creativos

Aquellos que están haciendo algo mejor que nosotros nos puede animar a ser mas creativos. En un estudio sobre creatividad, se comprobó que si se nos expone a una situación en la cual un modelo experimenta creativamente para la resolución de una tarea, nos animamos a innovar. En una situación similar, sin modelo, los participantes se ciñeron a las instrucciones proporcionadas previamente.

4. Nos hace más listos

De la misma forma que nos puede hacer más creativos, tener envidia sana nos puede hacer mas listos. En un estudio de 1999, Blanton y sus colaboradores descubrieron que los estudiantes que se comparaban con otros, mejoraban sensiblemente su rendimiento escolar.

Hay dos lecciones clave aquí para nuestra mejora personal. En primer lugar, mantén una mente abierta respecto al cambio. Si pones el esfuerzo, tu rendimiento mejorará. En segundo lugar, si te comparas con los demás, es sano envidiarles, siempre y cuando esto lo utilicemos para mejorar.

*Psicólogo | www.leocadiomartin.com | @LeocadioMartin | www.facebook.com/LeocadioMartinCambiate