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España formalizará su petición de ayuda a la banca en los “próximos días”

EFE | Luxemburgo

El Gobierno español anunció este jueves que presentará en los “próximos días” a sus socios europeos la solicitud formal del préstamo para recapitalizar la banca, pese a que algunos países le apremiaban a hacerlo ya, y advirtió de que los detalles de esta ayuda no estarán listos hasta finales de julio.

El ministro español de Economía, Luis de Guindos, presentó al Eurogrupo los resultados de las auditorías independientes a la banca española, que han determinado que el sector bancario español necesitará hasta 62.000 millones de euros.

En Brasil, el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, confió en que una vez conocidas las necesidades, la ayuda europea a la banca se apruebe “lo antes posible”, porque sanear el sistema bancario es “un paso imprescindible para el proceso de recuperación de la economía española”.

Sin embargo, y pese a contar ya con la evaluación sobre el sector bancario, De Guindos no formalizó este jueves la petición de ayuda, como esperaban un buen número de países, que demandan “claridad” a España, después de que el pasado día 9 se le ofreciesen hasta 100.000 millones de euros para recapitalizar la banca.

“Todo el mundo esperaba que España lo solicitase hoy”, aseguró a Efe una fuente diplomática, que recordó que varios gobiernos achacan a la ausencia de esa petición formal como una de las razones del nerviosismo en los mercados.

De hecho, tras el anuncio de De Guindos y la publicación de las necesidades de capital de la banca, la prima de riesgo española ha cerrado en 507 puntos básicos, pese a haber llegado a situarse en un mínimo diario de 490.

“Si España hubiera presentado una solicitud el fin de semana en el que se acordó el préstamo y hubiera cuantificado sus necesidades, eso podría haber relajado las preocupaciones de los mercados. Pero mientras no haya ninguna petición, eso pone a los mercados nerviosos”, aseguró a su llegada al Eurogrupo el ministro de Finanzas irlandés, Michael Noonan.

Su homólogo belga, Steven Vanackere, también consideró necesaria más claridad para calmar a los inversores, mientras que el alemán, Wolfgang Schäuble, aseguró que el Eurogrupo actuará con “prontitud” una vez que España haga la solicitud oficial.

De Guindos, sin embargo, restó importancia a la petición de ayuda, que calificó de “mera formalidad”, y subrayó que lo importante a día de hoy es definir los detalles de la asistencia.

El ministro español advirtió de que la negociación “no es simple” y confió en que “antes de finales de julio” se disponga de “una aproximación muy cierta y muy detallada de cómo se va a realizar todo el proceso”.

Entre los aspectos pendientes de aclarar figura la decisión sobre qué fondo de rescate europeo se utilizará, si el temporal Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) o el permanente Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), cuya entrada en vigor está prevista para el próximo mes.

De Guindos aseguró hoy que el MEDE es “el ideal desde el punto de vista de lo que es la inyección de capital a los bancos que, en última instancia, es lo que está haciendo España”.

Madrid busca alguna fórmula que permita limitar el impacto del crédito europeo en su deuda y déficit, aunque hasta ahora se ha encontrado con la negativa de los socios europeos.

La vía que defendía de entrada, la recapitalización directa de los bancos sin pasar por el Estado no está prevista ni en las normas del FEEF ni del MEDE.

Las de este segundo, sin embargo, incluyen un artículo que otorga al Consejo de Gobernadores (los 17 ministros de Finanzas de la eurozona) el poder de modificar la vía de actuación del fondo, pero eso requeriría el consenso.

Alemania, que tiene una clave de contribución del 27 % al MEDE, se resiste frontalmente porque entiende que a cambio de ayuda, los gobiernos deben ceder parte de su soberanía y hacer sus deberes, según reiteraron hoy fuentes diplomáticas.

Aunque ese fondo permanente de rescate abre una puerta a algún compromiso que permita disminuir el impacto de la ayuda a la banca en las cuentas del Estado español, plantea también el problema de que -a diferencia del FEEF- tendría preferencia de cobro frente a otros acreedores y eso podría ahuyentar a inversores privados.

Además, el proceso de ratificación del MEDE -que se espera esté en vigor a lo largo de julio- podría ralentizarse en Alemania después de que hoy el Tribunal Constitucional pidiese tiempo para estudiar el texto.

Junto al asunto de qué fondo será el utilizado, España negocia con sus socios las condiciones del rescate, entre ellas el tipo de interés a pagar y los plazos de devolución.