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Flores marchitas en una mañana primaveral

POR DOMINGO NEGRÍN MORENO

En una mañana primaveral, las flores marchitas de CC fueron regadas con el agua bendita del nacionalismo. Bajo el lema “Canarias más que nunca”, el de ayer era un día de sentimientos, emociones, vivencias y deseos ocultos.

En el recorrido hasta la bandera separatista de las siete estrellas verdes que engalanaba el plenario del quinto congreso de la federación de partidos, abundaban las enseñas nacionales (de España, naturalmente) en balcones, ventanas y en las puertas de muchas tiendas. Será que tira más la selección que Coalición. Algunos, los menos, lucían un chapita alusiva y un intrépido delegado agitó tímidamente la tricolor desde la última fila. Los demás apenas se percataron de la broma. La confusión era tal que a Claudina Morales se le escapó un “Gobierno del Estado de la nación”, en referencia a Mariano Rajoy.

Extrañamente, la parafernalia era discreta, simbólica. Tres libros de la Fundación Canaria Centro de Estudios Canarios Siglo XXI (dos de Victoriano Ríos y el otro de Sergio Baucells), una recogida de firmas contra las prospecciones petrolíferas una mención a las denominadas “aguas canarias” y poco más.

“Todo mi amor, y aunque es mucho / quisiera que fuera más, / lo guardo, para mis islas, / para el Teide y para el mar”. Este poema de Nicolás Estévanez adorna el folleto explicativo de la ley 44/2010 incluido en la carpeta que se repartió durante las acreditaciones.

La austeridad flotaba en el ambiente. De los 1.098 compromisarios previstos en un principio, a las 13.50 horas solo se habían registrado 880. La organización pretendía reducirlos a 500, pero los estatutos obligaban a una mayor representación. Como consecuencia de las dificultades económicas, la militancia acudió al rescate: cada cual colaboró con lo que buenamente pudo. En un gesto de generosidad, para el almuerzo se repartieron bonos de 10 euros. El problema era encontrar sitio en los alrededores. Los establecimientos del parque marítimo de Santa Cruz se vieron desbordados.

A las diez empezaron a llegar al recinto ferial los delegados, que eran recibidos con abucheos por parte de un reducido grupo de empleados públicos. A ellos se sumaron unos bulliciosos estudiantes que no paraban de insultar. La concentración fue convocada el viernes, de prisa y corriendo, por la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI.F) para protestar por la reducción salarial que establece el proyecto de ley de medidas administrativas y fiscales, que acaba de superar las dos enmiendas a la totalidad presentadas. El presidente del sector autonómico, Javier Galván, contó que le habían soplado que cargos públicos de CC se han costeado el desplazamiento y el alojamiento con dinero procedente del presupuesto de cada consejería. “No podemos revelar las fuentes, porque se juegan el puesto de trabajo”, precisó.

Ya dentro, un vídeo de homenaje a Adán Martín, con letra en inglés, provocó lágrimas y aplausos. Al anfitrión, el alcalde de la capital tinerfeña, José Manuel Bermúdez, se le formó un nudo en la garganta (“¡Cómo te echamos de menos!”) y Claudina Morales no reprimió los sollozos. No tan evidente, pero casi, fue el impacto de la ausencia de los herreños, que han dejado en suspensión sus vínculos orgánicos con CC.

La obsesión por el PP y el rencor político mal disimulado hacia el ministro José Manuel Soria -tal vez mutuo- eran ostensibles. Sus socios del PSOE tampoco se libraron de las collejas; cariñosas, eso sí.

Finalmente, el informe de gestión se aprobó por 777 sufragios de diferencia. Ricardo Melchior estuvo a punto de sacar la papeleta del no, pero la abstención le pareció suficiente castigo. Quien sí votó en contra fue Blanca Pérez, la concejal de La Laguna a la que detuvieron por conducir en sentido contrario.