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Gabriel López: “La política es pura química”

DOMINGO NEGRÍN MORENO | Santa Cruz

Lo llamativo de Gabriel López no es que sea diputado en la Asamblea de Madrid -de esos hay 129-, sino su condición de portavoz de UPyD en la Comisión de la Mujer. Semejante atrevimiento es un ejemplo de responsabilidad masculina en el reparto de tareas.

-¿Por qué un hombre ejerce de portavoz de las mujeres?

“En UPyD entendemos que las políticas de igualdad hacia las mujeres no son exclusivas de ellas. Es una cuestión en la que nos tenemos que involucrar los hombres”.

-¿Qué dicen ellas?

“Las mujeres de nuestro grupo [dos de un total de ocho diputados] insistieron en que fuera un hombre el que estuviera en esa comisión como expresión de que la tarea de conseguir una sociedad igualitaria en materia de género solo será posible si cuenta con el concurso de los hombres”.

-Han pasado de objetos a la consideración de sujetos, pero todavía hay muchos catetos…

“Se ha avanzado muchísimo, es verdad. En los últimos años ha habido un cambio espectacular. Pero también es cierto que todavía queda mucho camino por recorrer. No en todos los ámbitos se ha logrado la igualdad en derechos y oportunidades. En España, el reparto de faenas aún no es paritario. Y, cuando uno de los integrantes de la pareja debe dejar de trabajar para atender las necesidades del hogar, le suele tocar a la mujer. Eso determina que su promoción social sea menor”.

-Cada vez son más las mujeres con responsabilidades públicas y Rosa Díez es la más valorada entre los políticos españoles…

[Risas] “Hombre, tener más valoración que el anterior presidente del Gobierno y que el actual no es un gran mérito. Está demostrado que su credibilidad genera simpatía y confianza. Mucha gente se identifica con ella porque la entiende”.

-Sin embargo, el partido no acaba de asentarse en determinados sitios de España…

“Bueno, hemos sabido ser perseverantes y eso nos está dando resultados positivos. Aparte de reforzar nuestra implantación en Madrid, somos decisivos en Asturias y estamos representados en varios parlamentos, incluido el de la Unión Europea, y a nivel municipal. El partido ha ido creciendo en votos y en proyección. En general, en toda España hemos triplicado la presencia institucional de hace cuatro años”.

-La distancia con los grandes partidos sigue siendo sideral…

“Es que en este país hay un apego demasiado fuerte a los partidos tradicionales”.

-Es como la tele. Juegas con el mando y acabas poniendo los canales de siempre…

“Claro. Cuesta mucho cambiar la inercia de los votantes, y la ley electoral perjudica a los minoritarios. Nuestra capacidad para trasladar ideas a la sociedad es limitada, por lo que el esfuerzo debe ser mayor”.

-¿Se han infiltrado ustedes en el movimiento del 15-M?

[Sonríe y pone cara de circunstancias] “No, somos del criterio de que los movimientos sociales han de tener su propia dinámica. El 15-M es un cauce de participación y de reflexión. Nosotros pensamos que hay que llevar a las instituciones los principios que defendemos. No olvidemos que nuestro ordenamiento constitucional está organizado a través de los partidos. Es evidente que algunas cosas se pueden mejorar y para eso hay que estar dentro”.

-¿La política es una ciencia exacta?

“No creo que lo pueda ni lo deba ser”.

-Hay políticos calvos que no tienen un pelo de tonto…

[Risas] “Efectivamente”.

-¿La relación con la ciudadanía es pura química, como el amor?

[Él es licenciado en Ciencias Químicas] “Sí, sí… En cierto modo se produce una relación química entre la política y la ciudadanía. Es bueno que aumente el interés común en los asuntos que nos atañen a todos. Y que no sea una finca de los de siempre, ni siquiera de las profesiones históricamente asociadas a esta actividad”.

-¿Cuál es la fórmula de UPyD?

“Pues, que venimos de la misma ciudadanía. Somos personas como los electores, no vivimos en cotos cerrados en los que se empieza a ascender desde muy joven hasta la jubilación. Aportamos ideas que comparte la mayoría pero que, por alguna razón, los grandes partidos no han sido capaces de acoger”.

-¿Practican la transversalidad en contraposición al travestismo?

“Así es. La dicotomía izquierda-derecha está bastante superada por la historia, por la ciudadanía, por la realidad. En el siglo XXI, las ideologías que hunden sus raíces en el siglo XIX o principios del XX no siempre se corresponden con las sociedades de ahora. Ocurre con frecuencia que cuando gobierna un partido de la izquierda tradicional aplica recetas supuestamente de derecha y viceversa. Nos equivocamos si encorsetamos las soluciones”.