DIARIO DE AVISOS | Santa Cruz de Tenerife
Las lagunas legales y la indefinición en la normativa existente al respecto del uso de redes sociales en línea por parte de los niños lleva de cabeza a los creadores de este tipo de tecnología. El desconocimiento llega hasta el punto de que muchos proyectos tecnológicos se han frenado o podrían hacerlo por esta causa. No existe para las redes sociales públicas un sistema de seguridad preestablecido que salvaguarde la integridad virtual de los menores y sus derechos. Tampoco se impone en el plano normativo una fórmula concreta de verificación del consentimiento de los representantes legales de los menores para el tratamiento de sus datos personales en estas redes. De hecho, la norma establece que los titulares de estas redes deben articular los procedimientos que estimen más adecuados para garantizar que se ha comprobado de modo efectivo la edad del menor y la autenticidad del consentimiento prestado por los padres, tutores o representantes legales. Por todo ello, elaborar en el marco de FizziKid un sistema innovador de protección legal de los menores que actúen en las redes sociales, coherente con la legislación aplicable y que permita un control parental eficaz es el enorme, aunque ilusionante, reto normativo al que se enfrenta, en la actualidad, Legistel, empresa canaria integrante del Clúster Insignia Empresarial.
Por este trabajo se ha interesado la Universidad de Valencia con la que es posible que en breve se inicie una línea de colaboración estable que permita validar científicamente tales procesos y métodos de seguridad.
Con este sistema y proyecto además se pretende, como comenta Noemí Brito, directora del área legal de Legistel, propiciar un giro radical en la actual concepción social de este tipo de redes y, en general, de internet como elementos que únicamente traen o generan peligros para los menores.
“La tecnología es una herramienta al servicio de la sociedad. Lo importante es dar valor y trabajar en modelos seguros y capaces de fomentar la creatividad y el talento de las personas de acuerdo con el estado actual de aquella”, dice Brito.
Brito asegura que a pesar de que no está permitido el uso de redes sociales tales como Facebook o Tuenti por parte de niños menores de 14 años, en la práctica, la normativa muchas veces no se cumple porque resulta complicado verificar la edad real de los usuarios y ello permite que en estas redes “se cuelen” dichos perfiles de usuarios.
Esto ha motivado que, por ejemplo, Tuenti haya validado con la Agencia Española de Protección de Datos un sistema que, sin ser totalmente infalible, desde luego ofrece soluciones para paliar los efectos derivados de tales incumplimientos al eliminar de su red los “perfiles sospechosos”.
En el sistema escalable en el que trabaja Legistel para el producto FizzKid, una de las herramientas a disposición de los usuarios en orden a su identificación y a la verificación del consentimiento para datos personales será el sistema de DNIe para lo que espera contar con el apoyo y colaboración de Instituto Nacional de las Tecnologías de la Información (Inteco).