VERÓNICA MARTÍN | Santa Cruz de Tenerife
-Según la encuesta Percepción Social de la Ciencia, los ciudadanos respetan y valoran cada vez más este campo. ¿Cómo lo valora?
“De forma positiva. Pero eso no es mérito de los investigadores. En España y en Europa, se viene haciendo buena ciencia desde hace tiempo, lo que ha cambiado es el papel que juegan los medios de comunicación en la difusión de ésta”.
-Pese a ello, España vive una pérdida importante de vocaciones… ¿A qué lo achaca?
“A que la percepción social de la ciencia está siendo positiva, pero no viene acompañada de políticas de las administraciones públicas para que den soporte a esa demanda. No es razonable que cada vez que hay que hacer recorte económico, sean a investigación y ciencia. La idea es que como son profesiones muy vocacionales, se les puede pagar menos y eso merma el prestigio social y hace que menos gente se acerque a la ciencia como opción. La mayoría de los que hacen investigación en España viven con menos de 1.000 euros al mes”.
-Eso provoca la fuga de cerebros hacia otros países…
“Sí y es un grave error porque perdemos nuestra esencia”.
-¿Cómo lo evitamos?
“En España hay una cierta fragmentación de la ciencia; hay un grupo de investigación de 8-10 personas que se convierte en un ente por sí mismo. Hay demasiados grupos pequeños muy fraccionados y, para hacer ciencia con mayúscula, se necesita agregación, sinergias, no constituir tantos entes sino que se agrupen. Un buen ejemplo de cómo hacer las cosas es sin duda el Centro de Investigaciones Biomédicas de Canarias (Cibican)”.
-¿Cómo afecta este gran tijeretazo estatal a la I+D+i?
“El 25% menos ya está en los Presupuestos del Estado. A a eso hay que añadir la reducción que vendrá de cabildos y gobiernos regionales. Cuando el grupo de investigación es pequeño y se le quita el 25%, se nota más que si hay una agrupación de recursos. El recorte viene agravado por la estructura fragmentada”.
-¿Es culpa de los investigadores, que les gusta unirse poco?
“El científico tiene que hacer ciencia, no tiene que ser gestor. Tiene que haber alguien que nos ponga las pilas y haga ese trabajo de ordenación”.