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La droga que te convierte en caníbal > Sergio García de la Cruz

Sales de baño, así se llama este alucinógeno que está causando espanto en Estados Unidos. El último caso se dio hace unos días en Miami, donde un hombre ataco a un indigente a plena luz del día y en plena calle, devorándolo a mordiscos, al mismo tiempo que gruñía. Fue un acto calificado de canibalismo, ya que el autor cesó de su cometido una vez fue abatido por tres disparos, pero ya había devorado el 80% del rostro de la persona.

Una de las características principales de esta droga es que produce una fuerza descomunal, acompañada de la ausencia de dolor y un excesivo calor interno, que les hace que se tengan que desnudar.
El mercado de las drogas siempre está en continua evolución. Ante las restricciones de determinadas sustancias, se trabaja sobre otras que aún no han sido catalogadas como ilegales y que estarán en el mercado de forma legal hasta que esto se produzca. Dispensada a bajo precio, pero con grandes efectos, su consumo se dispara. Son extremadamente letales para el individuo, pero también para el ciudadano que se tope con ellos y sea el objetivo de sus alucinaciones.

Su denominación se debe a que parte de sus compuestos están presentes en las sales de baños que se utilizan para relajación. El alucinógeno en cuestión está compuesto principalmente por la mezcla de tres sustancias: la mephedrone, la metylona y el MDPV.

La mephedrone, similar a la anfetamina y hasta hace poco legal, se podía adquirir a través de internet sin problemas. Su presentación normal es en forma de polvo blanco o amarillento, es conocida también con varios nombres, como M-Cat, MC, mieow, meow, 4MMC o fertilizante de plantas. Muy habitual como abono para captus. La metylona, también de las familias de las anfetaminas, procedente de países del este como Polonia o la República Checa, su presentación es en polvo cristalino de color blanquecino o amarillo, aunque a veces también se presenta líquida. MDPV o methylenedioxypyrovalerone es un ingrediente clave de las sales de baño. Los efectos de la mezcla de estas tres sustancias son una bomba de relojería. La fabricación de pastillas se ha convertido desde hace años en un negocio muy lucrativo, debido a su bajo coste de producción, ya que con solo 15 kilos de materia prima se podrían obtener 100.000 dosis, para ello muchos sin conocimientos académicos, simplemente con el boca o boca o a través de la red, dan con unas sencillas instrucciones de fabricación. Lo demás es disponer de una máquina “entabletadora” y, muy importante, una troqueladora que selle las dosis con una marca diferenciadora que nos abrirá un hueco en el mercado, digno de una gran operación de marketing bien estudiada. Tal vez sea el momento de que España le dedique más tiempo al control de todas estas sustancias. A nivel europeo existe un proyecto científico que rastrea internet para detectar nuevas tendencias en el uso de drogas (el Psychonaut Web Mapping Research Project), pero la presencia activa de España es casi nula. La poca participación que hay se realiza a través de Cataluña.

www.sergiogarciadelacruz.com