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La escuela infantil de Miramar, abocada al cierre

Alumnos y padres protagonizaron ayer una nueva protesta en la capital. / CRISTINA GONZÁLEZ


NATALIA TORRES | Santa Cruz de Tenerife

“Queremos que el alcalde sea la llave que nos abra las puertas a una negociación con los nuevos responsables de la Obra Social”, explicaba este jueves el presidente de la Asociación de Padres y Madres de Alumnos (AMPA) de la Escuela Infantil de Miramar, Francisco Rodríguez, durante la concentración que los alumnos y padres del centro llevaron a cabo en la plaza del Patriotismo en Santa Cruz. Sin embargo, ese deseo, se tornó en desesperanza tras la reunión mantenida en la tarde de ayer con el alcalde de la ciudad, José Manuel Bermúdez.

A pesar de la disposición del primer edil para seguir mediando ante la entidad responsable de la gestión de la escuela, la realidad, según explicó Rodríguez tras la reunión, es que “el alcalde nos han explicado que el nuevo responsable de la Obra Social no quieren intervenir porque aún la fusión no se ha firmado y desde los actuales gestores, el cierre de la escuelita ya se ha llevado al Consejo de Administración y se ha aprobado su cierre por la falta de presupuesto”.

A pesar de reconocer que la solución para el centro se aleja los padres de Miramar anhelan que en el último momento surja una solución. Lo que sí exigen es que por lo menos “CajaCanarias de la cara y que lo haga su presidente, no el responsable de la Obra Social que no ha sabido darnos respuesta alguna”. Según Rodríguez “necesitamos al menos que nos den por escrito las razones del cierre para que podamos tener un justificante al pedir plazas en otros centros”. La concentración de ayer terminó con la intención de los padres de entrar a la sede central de CajaCanarias para cancelar sus cuentas como protesta por el cierre de la Escuela Infantil.

Finalmente, no pudieron hacerlo porque el edificio cerró sus puertas a cal y canto, incluso para los clientes que nada tenían que ver con la protesta callejera.

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Cien plazas

El cierre de la Escuela Infantil de Miramar pone de manifiesto la enorme carencia de plazas de guardería públicas que tiene el municipio de Santa Cruz que sólo cuenta con dos centros de este tipo y que entre los dos suman 100 plazas para una población de más de 250.000 habitantes. Desde el AMPA de Miramar la mayor preocupación se centra en los niños menores de tres años porque “a partir de esa edad ya los podemos escolarizar y pedir plaza en un colegio público pero con los más pequeñitos qué vamos a hacer”, se lamentan. La Escuela Infantil de Miramar admite niños desde los 14 meses, lo que facilita que los padres y madres puedan incorporarse al trabajo o dedicarse a buscarlo. En la actualidad son 126 los niños que se encuentran matriculados en la escuelita y que aún no saben dónde van a estar el próximo curso.

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