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Las Gaviotas podría reabrirse al baño si Costas aprueba proyecto municipal

EFE | Santa Cruz

El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ha encargado un proyecto para evitar los desprendimientos en la playa de Las Gaviotas, que permitiría su apertura parcial al baño pero que depende de la autorización de la Dirección General de Costas.

El proyecto fue presentado hoy por el alcalde de la capital tinerfeña, José Manuel Bermúdez, quien en rueda de prensa detalló que el proyecto ha sido encargado a la empresa Cívica Ingenieros y cuenta con un presupuesto global de 1.269.740 euros, de los que el Ayuntamiento sólo dispone de 132.649 para la primera fase.

Según destacó el alcalde, el proyecto tendría un plazo de ejecución de cinco meses en su totalidad y depende de las autorizaciones de la Dirección General de Costas, la Viceconsejería de Política Territorial del Gobierno de Canarias y el Consejo Insular de Aguas del Cabildo de Tenerife.

El primer teniente de alcalde y concejal de Medio Ambiente, Julio Pérez, detalló que mañana habrá una reunión con representantes de la Dirección General de Costas para “ir avanzando” en este asunto y consideró “probable” que este organismo estatal autorice el proyecto.

La idea del Ayuntamiento es que una vez se hayan autorizado las obras pueda recabar el millón de euros restante de las diferentes administraciones, Estado, Gobierno canario y Cabildo tinerfeño, y según explicó el alcalde José Manuel Bermúdez “lo bueno es que ya tenemos proyecto” que respalde esta búsqueda de financiación.

Si Costas concede la autorización, la primera fase de los trabajos se haría en un mes y permitiría la apertura parcial al baño de un 70% de la zona de baño de Las Gaviotas.

El proyecto prevé eliminar los materiales sueltos en el talud que actualmente suponen un peligro inminente de caída y posteriormente se colocarían elementos de contención y protección que impidan que en el futuro lleguen a la playa futuros desprendimientos.

Los ingenieros han previsto la protección de unos 200 metros del frente de playa, lo que significa una longitud superior a la zona que cuenta con arena, y la zona sur quedará señalizada como área de peligro.

En el informe realizado por los ingenieros se detalla además que, por las características geológicas y geotécnicas del terreno, los desprendimientos en esta parte del litoral de la capital tinerfeña no son un hecho aislado, sino que forman parte del proceso erosivo del macizo que delimita la playa.

El proyecto incluye además la instalación de hormigón a alta presión para el relleno de huecos y que servirá de protección a la montaña frente a la acción erosiva de la humedad que desprenden las olas y el viento.

La primera labor, una vez que se inicie el proyecto, será la de sanear los taludes para eliminar materiales sueltos susceptibles de caer hasta la playa, algo que deberá hacerse cada dos o tres años.

Asimismo se instalarán mallas a dos metros de altura y redes de cable, además de pantallas “dinámicas” de cuatro metros para retener posibles desprendimientos desde la zona superior.

En el barranco también se colocará una malla de cierre que evitará que los derribos de la ladera puedan llegar hasta la playa, y que deberá ser vaciada periódicamente.

El concejal de Servicios Públicos de Santa Cruz de Tenerife, Dámaso Arteaga, afirmó que la segunda fase del proyecto comenzará en cuanto el Ayuntamiento tenga la financiación necesaria y precisó que la Dirección General de Costas tiene a su vez un proyecto para acondicionar los aparcamientos y el acceso a la playa.

Por ello el alcalde José Manuel Bermúdez consideró que Costas podría “aprovechar” para iniciar estas obras en coincidencia con el proyecto del Ayuntamiento.