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Los Mossos interceptan a un conductor a 197 km/h y a otro drogado a 182 km/h

EFE | Girona

Un conductor francés fue interceptado el pasado 14 de junio en la autopista AP-7 en Girona cuando circulaba a 182 kilómetros por hora y que posteriormente dio positivo por cannabis, han informado los Mossos d’Esquadra sobre un dispositivo en que detuvieron a un segundo conductor a 197 kilómetros por hora en la Vall d’en Bas (Girona).

La detección del primer vehículo se produjo en el marco de un dispositivo contra el exceso de velocidad, que derivó en 76 denuncias.

Uno de esos infractores fue el coche del ciudadano francés que, además, dio positivo por tetrahidrocannabinol (THC) en el control de sustancias estupefacientes.

Los agentes, tras comprobar que el hombre llevaba encima una elevada cantidad de dinero en billetes, realizaron un registro del vehículo con el apoyo de la unidad canina que permitió encontrar en un falso techo del turismo dos piezas de una sustancia de color marrón, presuntamente hachís.

Por este motivo, los Mossos d’Esquadra inmovilizaron el coche y procedieron a denunciar administrativamente al conductor por posesión de droga.

El exceso de velocidad, sin embargo, fue superado tres días más tarde y también en la provincia de Girona por otro vehículo que circulaba a 197 kilómetros por hora por el municipio de Vall d’en Bas en una zona limitada a 80 kilómetros por hora.

Los Mossos d’Esquadra instalaron la noche del 16 al 17 de junio un control a la altura del túnel de Bracos a raíz de detectar un aumento de las infracciones cometidas en la carretera C-37.

A la 1.30 horas, los agentes interceptaron al vehículo que circulaba a 197 kilómetros por hora, conducido por un vecino de Vilanova del Vallès (Barcelona), al que se le imputó un delito contra la seguridad viaria.

El infractor, que carece de antecedentes, fue citado posteriormente para presentarse ante la autoridad del juzgado de instrucción de guardia en funciones de Olot (Girona).

La policía autonómica tiene previsto continuar con este tipo de controles para garantizar la seguridad y reducir la siniestralidad en las carreteras de Girona, donde ocho jóvenes mueren o resultan heridos graves cada mes, según un estudio del RACC.

El último accidente mortal que ha tenido lugar en esta provincia se produjo ayer, después de que un motorista muriese tras ser embestido por un turismo en el municipio de Sils.