M. FRESNO | Santa Cruz de Tenerife
El presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, pidió ayer “responsabilidad” y “diálogo” a sindicatos y empresarios de la hostelería para resolver, “cuanto antes”, el conflicto generado por el fracaso en las negociaciones del convenio colectivo de la provincia de Santa Cruz de Tenerife.
Unas dificultades que, para la Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro (Ashotel), se asientan en el coste salarial de las reivindicaciones de los trabajadores: 40 millones de euros, que se suman a los 120 millones de euros de pérdidas previstas por el incremento del Impuesto General Indirecto de Canarias (IGIC). A la espera de celebrarse hoy la mesa de negociación, Rivero hizo un llamamiento a ambas partes para que hagan un “esfuerzo por entenderse”. El presidente explicó que, por el momento, el Gobierno no va a intervenir en un proceso de negociación, que respeta “profundamente”. Abogó por que las partes lleguen a un entendimiento lo antes posible.
El consejero de Turismo del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, coincidió con Rivero en la “necesidad” de que lleguen a un acuerdo. Pero fue más allá al asegurar que, si la mesa de negociación del convenio colectivo, que se reúne en el hotel Contemporáneo de la capital tinerfeña, no llega a un acuerdo, “la administración debería intervenir”. Alonso entiende las discrepancias lógicas entre las partes, en un “difícil” proceso de negociación pero, al mismo tiempo, pidió “mucha cautela”, puesto que las medidas de presión que se están utilizando pueden afectar a la imagen del destino. Se presenta un verano complicado, señaló Carlos Alonso, e “imágenes como las de la manifestación, no ayudan en nada”, recalcó el consejero. El conflicto por el convenio de la hostelería llegó a su máximo exponente, el pasado miércoles, con la manifestación en el Sur de la Isla, a la que acudieron entre 3.000 y 5.000 empleados del sector de la hostelería.
Al respecto, Ashotel indicó que “respeta” el legítimo derecho de los trabajadores a manifestarse, pero afirmó que este tipo de movilizaciones en sitios turísticos perjudican “gravemente” la imagen del destino. Así, aseguró que fue un acto “desacertado” e “inoportuno”.
En un comunicado, la patronal hotelera reveló que el coste del incremento salarial, que reivindican los sindicatos, supone unos 40 millones de euros que, ante las malas previsiones turísticas de cara al futuro, son “totalmente inasumibles” para el sector. Además, recordaron que el año pasado se procedió a una revisión salarial del 3%.
Por este motivo, Ashotel pidió a los sindicatos una negociación “inteligente”, “racional” y “moderada”, así como una mayor voluntad de negociación, que permita mantener el empleo y que no contribuya a seguir destruyendo puestos de trabajo, que es lo que ahora mismo supondría asumir las subidas salariales que se pretenden y que, por ahora, son inasumibles.