EFE | Roma
El número de muertos a causa de los terremotos que azotaron la región italiana de Emilia Romagna, en el noreste del país, el 20 y el 29 de mayo se elevó a 25 personas, tras el fallecimiento de una mujer que permanecía ingresada en estado de coma en un hospital de Bolonia, informaron hoy los medios italianos.
La nueva víctima mortal es una mujer de 46 años, ingresada el pasado 29 de mayo tras recibir un fuerte golpe en la cabeza por cascotes que se desprendieron durante los temblores.
La mujer falleció anoche en el Hospital Mayor de Bolonia, aunque la noticia de su muerte fue conocida hoy.
La tierra sigue temblando en Emilia Romagna, donde se han sucedido las réplicas desde el pasado 20 de mayo, cuando un temblor de 5,9 grados de magnitud en la escala Richter provocó la muerte de siete personas y causó ingentes daños materiales.
El 29 de mayo otra serie de movimientos telúricos de hasta 5,8 grados volvió a azotar la misma región, agravando la situación, con 17 muertos, varios centenares de heridos y más de 8.000 evacuados, que se sumaron a los cerca de 6.000 registrados nueve días antes.
El pasado domingo se registró un nuevo sismo de 5,1 grados, que causó pánico entra la población.
“Ya no se duerme”, explicaban a los medios de comunicación italianos los habitantes de la provincia de Módena, donde se han localizado los epicentros de los últimos seísmos.
Los seísmos han provocado importantes pérdidas en el sector agrícola e industrial de la región de Emilia Romagna, una de las más industrializadas de Italia, además de importantes daños en el patrimonio cultural del país, con derrumbes de monumentos e iglesias.
Entre ellos figura el derrumbe de la Torre del Reloj de la localidad de Novi di Modena, una de las imágenes símbolo del terremoto, ya que había quedado parcialmente en pie.
El pasado lunes Italia vivió un día de luto nacional por las víctimas de los terremotos de Emilia Romagna.
El Gobierno italiano, dirigido por el tecnócrata Mario Monti, ha aprobado una serie de medidas para ayudar a la reconstrucción de las zonas afectadas por los seísmos, entre ellas un aumento de dos céntimos de euro en los impuestos de la gasolina y deducciones fiscales para las empresas que operaban en las zonas del terremoto.