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Trabajo al servicio de la comunidad > Ricardo Melchior

Distinguir a quien lo merece resulta un ejercicio de justicia, con el que se plasma el reconocimiento y la gratitud hacia personas y entidades que se han significado en el desarrollo de trayectorias ejemplares. En este sentido, el Cabildo decidió por unanimidad, en su última sesión plenaria, el inicio de los trámites pertinentes para valorar la labor desempeñada por el exconsejero insular Wladimiro Rodríguez Brito, para quien se propone la concesión del título de Hijo Adoptivo de la Isla, igual que por la Congregación Salesiana y la Caja Rural tinerfeña, con el otorgamiento de la Medalla de Oro de Tenerife.

La trayectoria seguida por Wladimiro Rodríguez, desde sus orígenes en La Palma hasta su asentamiento en Tenerife, es todo un modelo de compromiso con su tierra y con el pueblo que la habita. En todas las vertientes desempeñadas, como hombre del campo, como profesor e investigador y como servidor público, en él hemos hallado a una persona íntegra, juiciosa y cabal. Quienes hemos tenido la fortuna de conocerle y trabajar a su lado, sólo podemos expresar nuestro agradecimiento por lo mucho que nos ha aportado.

Ciñéndonos únicamente a su actividad como consejero insular, tanto en la oposición como en el equipo de gobierno, a lo largo de los últimos veinte años, de Wladimiro Rodríguez cabe decir que lo ha dado todo por el Cabildo y por la Isla. Su extraordinario cometido en defensa del medio ambiente y del sector agrario merece el reconocimiento de todos. No hay rincón de nuestra geografía, sobre todo dentro del mundo rural, donde no haya puesto sus pies, en contacto permanente con los habitantes de cada pueblo, sin reparar en días ni horas. Porque así ha entendido siempre la gestión pública.

Casi setenta años de fructífera labor pedagógica y social avalan la presencia entre nosotros de la Congregación Salesiana. Desde su llegada en 1943, al hacerse cargo del antiguo Asilo Victoria, los miembros de esta comunidad emprendieron una tarea formativa encomiable, dirigida fundamentalmente a niños y jóvenes en clara desventaja social. Para ello crearon la Escuela Profesional Salesiana, el primer centro de estas características que se abrió en Tenerife, inspirado en la misión pastoral de Don Bosco y su sistema educativo.

Instalados primeramente en la calle Galcerán, en la sede de la mencionada institución benéfica, en 1979 se trasladaron al barrio de La Candelaria, en La Cuesta, donde continúan realizando un trabajo excepcional, adaptado a las nuevas demandas sociales y exigencias educativas. A día de hoy, los Salesianos renuevan su empeño por preparar a los alumnos para que sean ciudadanos miembros de una sociedad plural, democrática y tecnológicamente avanzada, en consecuencia con las nuevas profesiones y las nuevas tecnologías.

Con medio siglo de productiva andadura a sus espaldas, la Caja Rural tinerfeña, hoy bajo la denominación de Cajasiete, se ha convertido en la única entidad de ahorro netamente canaria que opera en el Archipiélago. En los tiempos que corren, en medio de una crisis económica como la que venimos soportando, estos datos muestran a las claras el éxito de la gestión desempeñada por sus rectores y el arraigo logrado entre nuestras gentes. Sobre las bases del cooperativismo agrario, sus impulsores iniciales fueron capaces de responder a la demanda de crédito surgida en el sector primario, tarea por la que siempre se le ha reconocido en el mundo rural.

El rigor y la cordura aplicada en su gestión han hecho de Cajasiete una institución paradigmática, capaz de soportar la coyuntura actual con un alto grado de solvencia. Dicha capacidad no sólo le permite atender las necesidades de sus socios y clientes, sino también llevar adelante los planes de consolidación y expansión regional que se ha trazado, con lo que ello supone para la actividad económica de las Islas y el mantenimiento del empleo.

En definitiva, nos hallamos ante tres expresiones distintas de una misma vocación de trabajo y servicio a la comunidad, más que dignas de esta recompensa institucional. Tres maneras de hacer que confieren especial valor a los méritos contraídos por Wladimiro Rodríguez Brito, la Congregación Salesiana y Cajasiete, hasta el punto de convertirlos en ejemplos a imitar, en la obra común de engrandecer una tierra a la que amamos y de la que nos sentimos orgullosos de corazón.

*Presidente del Cabildo de Tenerife