GABRIELA GULESSERIAN | Puerto de la Cruz
El Centro de Educación de Personas Adultas (CEPA) de Puerto de la Cruz recibió el 30 de mayo la orden para abandonar la cuarta y quinta planta de la Universidad Popular Municipal Francisco Afonso, donde funciona desde que fuera desalojado de las aulas prefabricadas que se encontraban ubicadas en solares del polígono de El Tejar.
Sus responsables siguen sin saber “la razón del desalojo y el lugar adónde se les traslada”, aseguró a este periódico la directora del CEPA, Mercedes Lima, pese a que la propuesta inicial, avalada por el Pleno portuense, pero considerada “inviable” por Inspección Educativa, era trasladar la sede del centro al CEIP César Manrique.
Desde entonces, Lima ha estado haciendo las gestiones oportunas con los responsables de la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias pero hasta el momento no ha recibido una respuesta. Tampoco del Ayuntamiento portuense. Ni siquiera teniendo en cuenta que ya ha comenzado la matriculación para el curso escolar 2012-2013 y que deben advertir de este problema a los futuros alumnos.
Sin embargo, para la directora el mayor problema es que con esta decisión “están quitando una opción de educación”, consolidada desde 1984, cuando el CEPA abrió sus puertas. Actualmente cuenta con 1.300 alumnos no sólo de Puerto de la Cruz, sino de otros municipios como Los Realejos, La Orotava, Santa Úrsula, La Victoria y La Matanza de Acentejo y entre las enseñanzas que se imparten se encuentran Alfabetización, Secundaria, Acceso a la Universidad a los mayores de 25 años, Aulas Mentor; Inglés, Cualificación Profesional de Confección y Preparación de Acceso para el Ciclo de Grado Superior, entre otras.
Educación para la vida
En su opinión, lo fundamental “es mirar por el bien del ciudadano, que necesita una educación para la vida, tanto aquellas personas que han dejado de estudiar por diferentes motivos, como las que quieren seguir formándose”. Por ello, cree que “hay que velar por la enseñanza de los adultos, independientemente del color político del gobierno, porque cuando más estudios tenga la población, más posibilidades tiene de crecer”. Por último, añade que “sería una lástima que el CEPA se tuviera que ir del municipio, porque cuenta con ventajas que otros de la comarca no tienen, como la facilidad de transporte público”.
Por su parte, al ser consultado sobre este asunto, el alcalde de la ciudad, Marcos Brito, reiteró que el Ayuntamiento “no tiene competencias para solucionarlo”. Una vez más, explicó que el CEPA se ubica en una instalación que es propiedad del consistorio, cedida en su momento de forma provisional al Gobierno de Canarias por razones coyunturales pero que ahora “se necesitan recuperar las aulas para la Universidad Popular”. Además, subrayó, genera algunos “trastornos” en el régimen de funcionamiento de esta última debido a los gastos de agua, luz, limpieza y vigilancia, que se costean desde las arcas locales.
También comentó que hace unas semanas, durante una visita realizada por un responsable del departamento regional, éste se mostró de acuerdo con las razones que le argumentó para trasladar el Centro de Adultos.
“Si no se hace por las buenas habrá que cerrar y tomar las medidas necesarias “, sentenció, pero confía en que la Consejería de Educación encuentre una solución antes de que comience el próximo curso escolar.