Un chef llamado Manolo > José Carlos Marrero

Los fogones de la cocina donde se elaboraba el mejor periodismo canario han perdido un chef de lujo… Manuel Iglesias, mi amigo y maestro, descansa ya en paz… Creo que Manolo se metió en el apasionante mundo de la gastronomía para desconectar de la presión del periodismo rabioso y para, una vez desconectado con el disfrute de una buena comida, poder analizar mucho mejor la verdadera y complicada realidad política de esta tierra nuestra. Una tierra, por cierto, que tuvo en Manolo a uno de los grandes defensores de sus productos agroalimentarios y de nuestras mejores recetas originales, tanto las tradicionales como las de la nueva cocina canaria.

Y no sé si por estar en esa privilegiada posición y ver los acontecimientos de forma sosegada, Manolo ha sido, sin duda, uno de los mejores analistas políticos que he conocido en el ámbito del periodismo canario. Pero además, sobre todo y con permiso de otros, creo que Manuel Iglesias ha sido el padre del verdadero periodismo gastronómico independiente de Canarias. Un referente para todos nosotros que en su día fue reconocido en toda España cuando se le concedió en Premio Nacional de Gastronomía.

Pero Manolo no se limitó solamente al periodismo en esas dos facetas: el político con el certero análisis diario en La Columna, o su veterana Página de Gastronomía de cada viernes, ambas en su querido DIARIO DE AVISOS. Manolo fue el padre de los Premios de Gastronomía que, de igual modo, son referencia en Canarias y España, y aún tenía tiempo de colaborar con cualquier radio o televisión que le llamara.

Por su culpa y por su empuje me metí en la apasionante aventura de hacer realidad la primera Guía Gastronómica de Tenerife que, al mismo tiempo, se convirtió en la primera de toda Canarias. Él me animó y, con su mejor criterio, me enseñó a no hablar mal de un restaurante porque, como él mismo decía, nosotros los periodistas gastronómicos no podemos con una mala crítica, o con una crítica que pudiera ser mal entendida, jugar con la inversión de un propietario que ha montado un restaurante, o con los puestos de trabajo que pueda haber creado. Pero creo que de los proyectos de los que más satisfecho se sentía era de uno en el que he tenido el privilegio y el honor de colaborar junto a él y el también querido y recordado José H. Chela. Me refiero al Plan de Gastronomía de Tenerife, dependiente de nuestro Cabildo insular. Un proyecto pionero en España, que el año 2000 se hizo posible gracias a la iniciativa promovida por Adán Martín y el apoyo de todas las fuerzas políticas de nuestra primera Corporación insular, que lo aprobaron por unanimidad, entendiendo que la Gastronomía estaba por encima de ideologías y de partidos políticos.

Los tres unidos y desde el Plan de Gastronomía hemos trabajado por defender la gastronomía canaria de y en Tenerife, con el objetivo ansiado por Manuel Iglesias de que nuestra isla sea uno de los mejores destinos gastronómicos de España… y hemos disfrutado durante casi dos años cocinando el sabroso libro 50 Recetas Fundamentales de la Cocina Canaria, donde descubrí que el maestro Manolo, además de magnífico periodista gastronómico, era un exquisito gastrónomo y un gran chef… Y ahora estoy seguro que estarán los dos allá arriba cocinando juntos el arroz amarillo al estilo de Chela, o el cordero con miel y hierbahuerto al estilo de Manuel Iglesias.