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Un equipo que sabe sufrir, por Luis de la Cruz

Había vivido sensaciones similares: disfruté con el gol de Huguito Morales, en Butarque, en el regreso del Tenerife a Primera División. Bajé rodando tres filas de un estadio en Dinamarca, cuando Antonio Mata marcó y el Tete se clasificó para las semifinales de la UEFA. Lo del sábado en Madrid fue diferente. Acompañé al Uruguay Tenerife a su último compromiso para que su sueño del ascenso a Segunda División del fútbol-sala español se cumpliera y se cumplió. Fue emocionante y cargado de sentimiento, que así se disfrutan más los triunfos. No se amilanaron ante un rival, que contaba con mucha experiencia. Hasta el punto que en su equipo estaba Orol, un internacional que toca el balón como los ángeles pero que terminó por sucumbir ante una escuadra que sabe trabajar: no dan un balón por perdido y dejan sin respiración al rival. El Uru perdía en el descanso por 3-1 y contaba con la expulsión del portero titular. En ese momento, saltó el suplente Eduardo e hizo el partido de su vida. Maikel los reventaba -nunca se arruga y le van los partidos de intensidad- y Ayoze Suárez, con dos goles, los mataba.

En medio de todo esto Álex tiraba de galones y Antonio ponía la inteligencia de un licenciado, que siempre sabe el rol que juega en este conjunto. Josué es desparpajo en estado puro y siendo bajito tiene un corazón como un burro.

Pablo es la honradez personificada en el campo y Kevín llegará lejos porque se ha integrado muy bien en este equipo. Wilther nació en La Gomera pero perfectamente pasa por brasileño por su manejo de balón y simpatía. Yaupci y Carmelito no juegan mucho pero no les importa: ni una mala cara, ni un mal gesto y eso los honra un montón.

Al mando de este cochazo deportivo está Francis Arocas. Es noble y sabe manejar muy bien los grupos. El entrenador ha logrado que este conjunto sepa sufrir y que tenga un futuro esperanzador dentro del fútbol-sala a nivel nacional.

Tampoco me quiero olvidar de Jacinto, quien no jugó por sanción pero es un tío fenomenal; de Nicolás -el delegado-, Fito, de Borja y del utillero, que siempre lo tiene todo a punto. La afición que viajó a Madrid y la directiva que preside Andrés Pedreira me hicieron disfrutar y mucho. Felicidades a la familia del Uru.