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Denuncia una brutal agresión tras quejarse del bajo nivel de la ‘coca’

Imagen de archivo de la Comisaría del CNP en Las Américas. / F. PALLERO

TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife

Un varón de 36 años de edad ha denunciado ante la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Playa de Las Américas la brutal paliza que dice haber sufrido a manos de dos empleados de una discoteca de Arona a primera hora del pasado día 22, según consta en documentación que obra en poder de este periódico. El denunciante presenta un parte médico que bien puede corresponder a una agresión, dado que sus importantes lesiones se corresponden con las propias de un ataque de las características descritas. De la gravedad de las mismas da cuenta el hecho de que en breve tendrá que ser intervenido quirúrgicamente de la fractura que sufre en los huesos de la nariz.

Según detalla en su denuncia, el joven tenía por costumbre comprar dosis de cocaína (un gramo) en la puerta del referido establecimiento, lo que hizo el día de autos. Sin embargo, como quiera que al ir a consumirla entendió que la s ustancia que le habían vendido no era la droga que pretendía, volvió sobre sus pasos para exigir la devolución del dinero empleado en la ilícita compraventa.

Sin embargo, el portero (que según el denunciante era el que le había vendido la droga) se negó en redondo pese a la insistencia del mismo.

A continuación, el portero habría abandonado su puesto e “instantes después -continúa su relato la denuncia- salió del local acompañado con el encargado o dueño y sin mediar palabra empezaron a golpearle fuertemente en la cabeza y en la espalda, arrastrándole hacia el interior del establecimiento” en cuestión.

Tras lograr escapar del lugar, el denunciante explica que logra llegar a la farmacia que se encuentra enfrente y allí pierde el sentido, que recupera ya en el Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria, donde fue atendido de sus lesiones.

Junto a la denuncia acompaña parte médico en el que destaca la aludida fractura de los huesos de la nariz, así como una fractura desplazada de la parrilla costal oblicua, con un total de seis puntos de sutura. En palabras de un familiar a este periódico, “desde que le dieron el primer puñetazo él ya sintió muchísimo dolor y apenas recuerda que le caían encima golpes y golpes”.

A la espera de actuaciones

Lo más sorprendente del caso es que ni al denunciante ni a su abogado le constan actuaciones policiales a pesar de los días transcurridos y de la gravedad de lo denunciado.

“No entendemos que no tengamos noticias acerca de al menos una toma de declaración a los dos hombres que mi cliente describe perfectamente y que trabajan en un establecimiento perfectamente conocido y localizado”, explica el letrado en cuestión, Plácido Peña. “Ayer [el pasado jueves] me dijeron en la Comisaría que están desbordados por el trabajo, pero basta con verle la cara para comprender la gravedad del caso” apostilla la familiar del denunciante.

Sea como fuere, el hecho de que el varón de 36 años de edad vaya a ser intervenido quirúrgicamente puede dar un giro al caso, ya que el ordenamiento jurídico vigente contempla que, en tales casos, el Ministerio Fiscal tiene que actuar de oficio, como ocurrió hace décadas en el caso de dos futbolistas del CD Tenerife, Pinilla y Redondo.