Los políticos que nos han llevado a la crisis por culpa de sus corruptelas y de su mala gestión, siguen erre que erre con el aumento de impuestos, arbitrios y toda clase de tasas, incremento de precios de productos y servicios de primera necesidad y con sus recortes de salarios, congelación de pensiones, copago sanitario y no sanitario y con el desmantelamiento del otrora estado del bienestar, que ya es el estado de la suma pobreza en la que se encuentran millones de ciudadanos y del hambre física que soportan diariamente otros varios millones.

Los políticos que no vigilaron al Banco de España para que vigilara a la banca privada, los que gastaron inmensas cantidades de dinero del pueblo en una lista sin fin de obras faraónicas que no han servido para nada y los que han metido la mano en la lata del gofio, unas veces para enriquecer a sus partidos políticos con dinero negro llamado a financiar campañas electorales y otras zarandajas; o los que sin rubor alguno metieron también la mano, en la misma lata del gofio, pero no para sufragar los gastos de sus partidos políticos, sino los de su propia familia, mujeres, hijos, yernos y nueras incluidos. Todos, siguen más o menos en el machito, gobernando a sus administrados dándole a la máquina de hacer dinero para sostener un entramado de gobierno que nos terminará abocando a la ruina.

Nos suben la electricidad y el gas butano, el IVA para quienes viven en la Península y el IGIC para quienes lo hacemos en Canarias; suben las tasas aeroportuarias y nos repercuten la subida en los vuelos de las compañías que nos sacan y devuelven a Canarias. Suben sin descanso los combustibles, más por la carga fiscal que por el propio precio de la materia prima; recuperan impuestos que habían desaparecido, aumentan las tasas universitarias, cierran comedores escolares. Gravan todo lo que se mueve, unas veces por la subida en sí misma y otras porque recurren a copagos que antes no existieron ni por asomo. Es decir, que la corruptela y la mala gestión la estamos pagando los ciudadanos. No me cansaré de repetir que, así, gobierna cualquiera. Sólo que lo que suben no sirve para crear empleo, sino para destruirlo. Ya están los hoteleros temblando con la campaña de este año. Los vendedores de coches no sueltan más de un cuatro ruedas a la semana y de segunda mano. La gente viste y calza en chinos y muchísima, mucha más de lo que desearíamos, se alimenta en Cáritas cada mañana.

Ahora han imputado a Rato y Acebes, entre muchos otros, por el caso Bankia. Y van a llamar al exgobernador del Banco de España para que dé explicaciones. A buena hora, con tanto desmadre.
El Rey se larga a matar elefantes mientras su yerno está imputado y quién sabe si el asunto salpicará a la hija. Ahí tenemos a Dívar y hasta a La Pantoja.
Y todavía dicen ¡qué viva España!, cuando quienes viven, de lo lindo, son quienes nos han estado explotando sin misericordia para seguir sentados en la poltrona.

¡Puaf, qué asco!

PD: agradezco a don Julio Pérez, primer teniente de alcalde de esta ciudad, que haya aclarado, a los lectores y a un servidor, que el certamen de moda que organizó la Sociedad de Desarrollo no costó un euro al Ayuntamiento. Ya sabía yo que, con la que está cayendo, don Julio, por ética y buenas costumbres, no gastaría ni un euro del erario municipal, ni tampoco de su propio bolsillo -como ha quedado acreditado- para costear mariconadas*.

*Asuntos baladíes, trivialidades