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El Parlamento cubano aconseja a España considerar los intereses de sus empresas al fijar una postura sobre la isla

EUROPA PRESS | La Habana

El presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón, ha recomendado al Gobierno de Mariano Rajoy no jugar con los intereses económicos al fijar su política exterior sobre la isla, pues considera que en estos tiempos de crisis deben ser tenidos en cuenta los intereses de todas aquellas empresas españolas que tienen inversiones en Cuba.

En una entrevista con Europa Press en Madrid, Alarcón ha indicado que, de momento, el Ejecutivo español no ha modificado su postura sobre la isla pese al cambio de Gobierno. “Hasta donde yo sé no ha habido cambio de fondo en las relaciones bilaterales y me parece que no se ha perdido el interés” por parte de España, ha afirmado Alarcón, uno de los hombres fuertes del Gobierno de Castro y que lleva 19 años como presidente del Parlamento cubano.

Así, Alarcón recuerda que en la época anterior del Partido Popular hubo, “en apariencia, grandes desavenencias políticas”, sin embargo, “las inversiones continuaron, el comercio continuó”. Por ello considera que “los intereses de esas empresas españolas deben ser tomados en cuenta, sobre todo cuando hay un período de crisis”.

“Si hay un momento en el que España no puede jugar con sus intereses económicos es ahora y Cuba, no es que sea el gran mercado, pero es un punto donde hay una presencia española importante”, ha subrayado Alarcón, al destacar que en los últimos años las relaciones han tenido “más contenido en el aspecto económico” que en el pasado.
LA POSICIÓN COMÚN

Al ser preguntado sobre la Posición Común de la UE, Alarcón ha indicado que, en su opinión, la postura del Gobierno de Rajoy podría no ser la misma que la de su antecesor, José Luis Rodríguez Zapatero, quien abogó por poner fin a esta política que entró en vigor en 1996.

“El gobierno anterior se había propuesto a modificar la Posición Común, pero me parece que no es la (estrategia) actual. No he escuchado que el nuevo gobierno haya dicho que se propone a hacer eso”, ha señalado.

Según Alarcón, la Posición Común “es completamente inaceptable, en primer lugar, porque fue y es una concesión unilateral de Europa a Estados Unidos, que afecta y daña intereses europeos y viola las reglas de la Organización Mundial del Comercio”.

Varios gobiernos europeos, incluido el español, se han negado a levantar esta política que condiciona las relaciones económicas de la UE a una transición política democrática en la isla, algo que rechaza el Gobierno de Castro pues considera que es una injerencia en los asuntos internos de Cuba.

Alarcón ha agregado que la Posición Común es resultado de las conversaciones entre Washington y gobiernos de la región por los efectos de la Ley Helms-Burton –que refuerza el embargo económico de Estados Unidos hacia la isla– en las relaciones comerciales de los países europeos con Cuba.

Cuando se estableció la Posición Común, recuerda Alarcón, Washington dijo que “daría los pasos para modificar la ley en los aspectos que crearon los problemas con Europa, sin embargo, no ha dado ni un paso para modificar la Ley Helms-Burton y Europa ni se ha quejado”.

“Ha habido varios casos de multas y sanciones (de Estados Unidos) contra empresas europeas en aplicación de la Ley Helms-Burton y Europa ni ha chistado. Europa debería ser un poquito más celosa de su soberanía, de sus intereses y sus derechos”, ha sugerido.

No obstante, Alarcón ha admitido que Cuba ha logrado mantener los vínculos y negocios con otros países europeos, a pesar de esta política. “Hasta ahora, independientemente de algunas escaramuzas de menor importancia, hay un interés por mantener las relaciones bilaterales que son convenientes para ambas partes”, ha asegurado.

Por último, ha añadido: “Algunos gobiernos (en Europa) consideran necesario hacer el favor a Estados Unidos, hacerle la gracia de acompañarlo en su campaña política contra Cuba”, mientras Washington “no ha hecho absolutamente nada para no afectar los intereses europeos”.