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Empresas que hacen de la necesidad virtud

VICENTE PÉREZ | Santa Cruz de Tenerife

En los tiempos que corren parece difícil encontrar mensajes positivos en el mundo de la empresa, pero los hay. No es descabellado pensar que no todo está perdido en una pyme en apuros si se innova, por pequeños que sean los cambios. Así lo cree el interim manager Pablo Zurita, experto en reorganizar empresas, y autor de los libros Ser empresario. Nuevos modelos de conducta empresarial y Cómo encontrar trabajo. Guía práctica.

Pero como la teoría es muy bonita a veces y muy dura la realidad, este gestor temporal de empresas pone dos ejemplos que invitan a pensar en positivo: uno, el de un negocio en concurso de acreedores que podrá mantener su actividad salvando 15 empleos (Comercial Hermanos Unidos), y otro, el de una tienda de ultramarinos de toda la vida, comprada por nuevos empresarios para reenfocar su actividad, creando 9 puestos de trabajo.

En el caso de Hermanos Unidos, con sede en La Laguna, tras la demanda de un acreedor la gestiona desde hace 16 meses un administrador concursal (Corviniano Clavijo), designado por el Juzgado. Junto a Zurita, ha mantenido el negocio a flote y, aprovechando las posibilidades que ofrece la ley, aparecieron empresas interesadas en comprar la actividad, lo que evitará que sus 14 empleados se vayan a la calle. El concurso de acreedores seguiría su trámite, pero se habrán salvado los empleos.

[apunte]Ultramarinos
Los hermanos Hernández (Ricardo, Antonio, Javier y María Jesús -que no figura en la foto) y Joaquín García se asociaron para hacer resucitar de sus cenizas la tienda de ultramarinos La Marina, eso sí, reinventando el modelo del negocio sito en Santa Cruz, en la calle de igual nombre, y abriendo otro, hace unos días, en la lagunera avenida de la Trinidad. “La crisis nos tiene que reeducar a los empresarios, y hacernos dar cuenta de lo que ahora necesita la sociedad, como este servicio de reparto gratis de pequeñas compras para surtir a bares y restaurantes”, explican estos emprendedores, mientras recorren las estanterías de su local en La Laguna para poner todo a punto. [/apunte]

El segundo caso es el de Bazar La Marina, una vieja firma en la calle santacrucera de igual nombre nacida en las primeras décadas del siglo XX al calor de los cambulloneros, pero que había entrado en declive. Una sociedad de pequeños inversores, hasta ahora dedicados a otras actividades, decidió comprarlo y reinventarlo, abriendo además otra tienda igual en el casco lagunero.

Su innovación (muy simple) consiste en alternar la venta al menor (de bebidas, tabaco y exquisiteces) con la venta mayorista a bares y restaurantes, pero enfocada ésta hacia pequeñas compras que se reparten sin coste extra al cliente con carretillas, aprovechando que la crisis ha hecho que muchos empresarios de la restauración no tengan liquidez y se ven obligados a hacer pedidos diarios de poca cuantía que pagan al contado. “Este es un ejemplo de adaptación a la crisis”, concluye Zurita.

[apunte]“Un empresario debería innovar antes que ceder a la tentación de despedir”

V. P. | S/C de Tenerife
La crisis nos llena de temores: quienes no tienen empleo, por el pavor de no volver a trabajar durante mucho tiempo, y quienes lo conservan, por el miedo a perderlo. Pero Pablo Zurita ve necesario huir de la sensación de abismo, pues “ser despedido es una tragedia de la que puede surgir una oportunidad: la de considerar hacer algo distinto, y permite cuestionar nuestra vocación y luchar por ella”.

Si la “primera tentación” de un empresario ante la crisis es despedir trabajadores, para recortar costes fijos, otras opciones pueden estar sobre la mesa, como buscar un nuevo enfoque de la actividad, cuestionándose el servicio o producto que quiere vender para diferenciarse de la competencia y, de este modo, vender más. Abunda Zurita en que, antes que despedir, hay que innovar, reorientar el negocio, incluso recurriendo al consejo o la contratación de los servicios de un experto. “El empresario está tan metido en su día a día que llega un momento en el que no ve con claridad lo que debe hacer, y mi trabajo es ayudar a desatascar las ideas, provocar una respuesta para enfocar de otra forma el negocio, innovando para lograr vender más; cuando la empresa se ordena es el propio empresario el que encuentra soluciones”, asegura. Otra receta que recomienda es “negociar, comunicarse, no sólo con los proveedores, para tratar de ampliar el margen bruto comprando a mejor precio y ser más eficiente, sino con trabajadores y clientes; de hecho, uno de los grandes problemas del mundo de los negocios es la falta de comunicación”.[/apunte]