Fallece a los 74 años>

Peces-Barba, un verso suelto y respetado

Fotografía de archivo (28/10/2011) del expresidente del Congreso. / EFE

JOSÉ MIGUEL BLANCO (EFE) | Madrid

“Conmigo no se atreven”. Es la frase que podría resumir la autoridad política que Gregorio Peces-Barba se ganó no sólo en el seno del PSOE, sino más allá de esa frontera política.

Quizás hayan sido numerosas las ocasiones en las que la ha pronunciado, pero la que contó con algún periodista como testigo venía a cuento de la situación interna del PSOE de Madrid y de la posibilidad de que estuviera siendo presionado para que en 2010 dejara de apoyar a Tomás Gómez como candidato a la presidencia de la Comunidad.

El expresidente del Congreso y “padre” de la Constitución, falleció ayer en un hospital de Oviedo en el que permanecía ingresado desde el pasado 16 de julio. La capilla ardiente con los restos mortales de Gregorio Peces-Barba se abrió a partir de las diez de la noche de ayer en su domicilio de la localidad madrileña de Colmenarejo.

No se atrevieron, y Peces-Barba hizo bandera de su total independencia en el seno de la familia socialista, convirtiéndose en un verso suelto muy respetado y apoyando a quien en cada momento creía que debía respaldar. Si dio su total bendición a la designación de Alfredo Pérez Rubalcaba como cabeza de lista del PSOE para las últimas elecciones generales, no dudó en ponerse del lado de Carme Chacón cuando ésta disputó al otrora vicepresidente del Gobierno la Secretaría General del PSOE.

Si dedicó loas a José Luis Rodríguez Zapatero, también le afeó que optara por Trinidad Jiménez como candidata por Madrid en vez de por Tomás Gómez. Lejos de ser diana de críticas por todo ello, no hubo en el PSOE voces altisonantes y sí de comprensión. Como si toda la familia de su partido comulgara con las palabras pronunciadas ayer, con motivo de su fallecimiento, por otro de los “padres” de la Constitución, José Pedro Pérez Llorca: “Fue un hombre auténticamente socialista”. Este madrileño nacido en 1938 quedará ligado para siempre a la historia de la democracia española como uno de los siete ponentes de la Constitución, a la que defendió en todo momento aunque nunca se situó en posiciones numantinas de rechazo a modificar alguno de sus artículos.

Perenne será también su recuerdo en el Congreso como presidente de esta institución y en la que en 1986 fue el encargado de tomar juramento de lealtad a la Constitución a Don Felipe en el momento en que cumplió la mayoría de edad.

El rey tuvo con él una cordial relación que, siendo ya Peces-Barba rector de la Universidad Carlos III, le llevó a encomendarle una delicada misión: convencer al heredero de la Corona para que no se casara con la modelo noruega Eva Sannum.

El propio Peces-Barba desveló en varias entrevistas detalles de aquel cometido, que se concretó en una reunión con el príncipe en la que salieron a colación los inconvenientes de que prosperara esa relación. Por esa charla o por otras razones, no prosperó.

Lo que sí quedó acreditada fue su capacidad de diálogo reconocida por todos, afines o “enemigos” políticos, así como su protagonismo, incluso en los últimos años, en los más variados asuntos de actualidad. No en vano tuvo presencia en numerosos medios de comunicación.
Pero no le faltaron críticas por algunas palabras. Si disfrutó en el debate político, más lo hizo en el ámbito universitario, donde se convirtió en toda una institución. Él confesaba que era feliz sentado en su mesa de trabajo, con montañas de papeles a su alrededor en las que se acumulaban exámenes y trabajos de sus alumnos y que se leía hasta la última línea.

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Reacciones

Parlamento de Canarias. La Cámara calificó ayer a Gregorio Peces-Barba, de “eminente jurista, brillante parlamentario y catedrático”.

Mariano Rajoy. “Perdemos todos una insustituible figura de la Transición y a un hombre ejemplar, cuya fecunda contribución a nuestro sistema constitucional quedará como un legado y referente que nos acompañará para siempre”.

Alfredo Pérez Rubalcaba. “Gran socialista, gran persona, uno de los padres de la democracia y, sobre todo, un gran maestro”.

Felipe González. “Fue un gran político y un experto jurista. Un servidor del bien público en las diferentes funciones del Estado y un socialista cabal”.

Cayo Lara. una figura “importante” de la democracia del que le ha quedado un recuerdo “emocionante”.

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