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Infieles

Por Rebeca Díaz-Bernardo

Resulta que en los últimos tiempos, muchas parejas cuarentonas de mi entorno han empezado a fallar, y en muchos de los casos la infidelidad es la causa mayor de esas separaciones y empiezo a quedarme boba de ver que son ellas, las mujeres, las que están engañando a sus maridos, y es que según estudios de distintas fuentes, las chicas definitivamente son guerreras y aunque yo no creo que antes no lo hicieran sino que más bien se lo callaban, ahora lo confiesan abiertamente y ayudan a que las estadísticas pongan los engaños femeninos dentro de la pareja a la misma altura que las ratios de infidelidades cometidas por ellos también dentro de la pareja, y curiosamente, según estos estudios, la edad más común para que las mujeres tengan una relación extramarital o de infiel es de 45 años mientras que para los hombres es 55.

Este aumento de la infidelidad femenina (confesa) es un cambio de lo que ya comenzara en los años 80 porque en aquellos días en los que la población mundial empezaba a soltarse de tabúes eran los hombres los que engañaban y en muchos casos el patrón era el arquetipo de marido infiel que le ponía los cuernos a su esposa con una secretaria o compañera de trabajo más joven por la que terminaba rompiendo su familia primera para terminar casándose y formando una nueva con la esposa también nueva, y comentándolo con algunas amigas criadas por padres divorciados de aquella década, y sabedoras de los efectos de aquellos divorcios devastadores, muchas confesaron haber jurado hace años que nunca permitirían que le sucediera algo parecido… Pero del dicho al hecho hay un trecho y esos pensamientos de antaño, con la edad se van quedando en el saco y de repente muchas de esas mujeres se encuentran metidas en una vorágine de triángulo amoroso de infidelidad conyugal y como todo en esta vida, he aquí algunas de las razones por las que esto sucede.

Las mujeres mayores de 40 años tienen más confianza en sí mismas, sus cuerpos, sus carreras profesionales y también tienen muy clara una identidad aparte de la de esposa o madre, muchas de ellas trabajan fuera de sus casas y eso les da la oportunidad de conocer a otros hombres. A esa edad la etapa mami ha pasado, muchas han recuperado la figura de antes de los embarazos, algunas incluso están mejor físicamente que antes de tener hijos o de criarlos y ahora que estos ya pasan de cierta edad y no dependen tan directamente de ellas, pueden disponer de más tiempo para sí mismas, ir a gimnasios, insisto en lo de conocer a otros hombres… A los 40 años los niveles de testosterona de las mujeres van en aumento, lo que también aumenta su deseo sexual y seamos realistas, después de 20 años con la misma pareja, el sexo puede convertirse en algo monotemático y aburridísimo si no lo han aderezado a lo largo del tiempo y la idea del sexo con alguien nuevo es excitante y prohibido y ofrece una oleada de dopamina similar a una pasada de drogas. Y claro, en una pareja estabilizada con los años una mujer termina por hartarse de ser ama de llaves, rellenadora de neveras, niñera, cocinera, médico o efermera, etc., y si encima su pareja es de los que se da su tiempo para sí mismo, fútbol, amigos, cervecillas y demás, a ella le está dando una razón más para buscar atención en otra parte.

El sexo puede ser convertirse de repente en un refuerzo de la autoestima que hace que las mujeres se sientan más sexy, más hermosas y más deseadas, y si una mujer no se siente apreciada y encima su pareja pasa de ella, una relación sexual nueva o la simple idea de esa relación sexual nueva podría ser sólo la punta del iceberg de lo que necesita hasta incluso para vengarse de los errores del pasado. Ya sea que su marido la engañaba, la pérdida de un puesto de trabajo por convertirse en esposa y madre o que opine que hizo una mala inversión casándose, cualquiera de estos casos logra que una mujer se sienta herida e incluso traicionada y es posible que quiera poner un par de buenos cuernos solo para vengarse.

Ya no te cuento de todos los argumentos para hacerse reconstrucciones físicas y dejar salir a la gatita que llevan dentro al aumentar todos esos niveles de testosterona que hablábamos antes y sobre todo, muy importante, en muchísimos casos la gran verdad es que antes de afrontar una ruptura y dividir una familia, muchas mujeres optan por ser infieles como salida fácil sin terminar de armar un buen follón que acabe con las cenas navideñas de doce personas. Total, que sí, que la infidelidad femenina va en aumento aunque realmente, cuando se suman todas estas razones por las que las mujeres engañan, por lo general es su corazón o su piel quienes necesitan curación y no su lívido.