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La Eurocámara negociará una reforma pesquera más ecologista que los Gobiernos

EFE | Bruselas

La ponente del Parlamento Europeo (PE) para la reforma de la Política Pesquera Comunitaria (PPC), Ulrike Rodust, espera que los eurodiputados negocien una regulación más “ecologista” y con más ayudas para la flota artesanal, respecto a lo acordado hasta ahora por los Gobiernos comunitarios.

La eurodiputada alemana ha afirmado, en una entrevista a Efeagro, que confía en que la Eurocámara sea “más valiente” y logre una reforma con medidas más claras, desde el punto de vista medioambiental, para proteger los caladeros.

“La PPC no está en contra de los pescadores, necesitan reglas concretas y saber lo que en el futuro significará una sanción y lo que no”, ha remarcado.

Rodust (socialista) ha sido la encargada de redactar los informes que votará el Parlamento Europeo sobre la PPC.

La Unión Europea (UE) negocia desde hace un año dicha reforma, cuyo objetivo es frenar el exceso de pesca y el pasado mes de junio, el Consejo de ministros comunitarios (representantes de los Gobiernos) logró un acuerdo parcial que aplaza y suaviza los objetivos para recobrar las existencias en el mar.

España es quien más se juega en esta negociación, ya que es la primera potencia pesquera de la UE, con una flota nacional de 10.678 barcos, 51.000 tripulantes y 160.000 empleos indirectos, según fuentes del sector.

Además, uno de cuatro trabajadores de la UE empleados en el sector pesquero a tiempo completo es español.

Los eurodiputados “debemos ir más lejos, desde el punto de vista ecológico y también socialmente, porque es muy importante saber lo que piensan los pequeños pescadores, garantizarles una cuota o ayudas económicas que les den seguridad si quieren abandonar el sector”, ha añadido Rodust.

Para que la reforma sea ratificada, hace falta el dictamen de la Eurocámara, que se aprobará como mínimo en octubre o noviembre de este año y los europarlamentarios han presentado más de 2.200 enmiendas.

Los eurodiputados comenzarán a debatir estos textos después del verano.

“Las cosas no pueden quedar como están, es necesario organizar de una vez a los pescadores para garantizar que nuestros hijos y nietos sigan teniendo peces”, según la europarlamentaria.

Dos puntos centrales de la reforma son, por un lado el objetivo de alcanzar unos rendimientos máximos sostenibles y por otro, la eliminación de los descartes, capturas no deseadas de peces que después, muertos o moribundos, son arrojados otra vez al mar.

La primera propuesta de reforma de Bruselas fijaba en 2015 la fecha para lograr esos “rendimientos máximos sostenibles” y los Gobiernos pactaron que cuando no sea posible se aplace cinco años, hasta 2020.

Rodust ha señalado que “se están abriendo demasiado las puertas” pues cree que el objetivo debe mantenerse en 2015, de forma que solo haya aplazamientos en casos específicos justificados “biológicamente”.

Sobre los descartes, ha recalcado que “la mayoría de los europeos no son pescadores, son consumidores y no entienden que se desperdicien al año 1,8 millones de toneladas de pescado; no es moral ni ético”, aunque ha agregado que muchas veces la flota recurre a esa práctica por no tener alternativa: “Hay que buscar una solución”.

Pero Rodust ha recalcado que los pescadores “deben sobrevivir” tras la reforma y en ese sentido ha abogado por apoyos, por parte del futuro Fondo Europeo Marítimo y Pesquero (FEMP).

Ha defendido la conveniencia de dar ayudas por el cese de actividad y también para los barcos que quieran emplear unas artes de faena más selectivas.

La europarlamentaria ha apuntado que en general apoya la posición del Gobierno de su país, Alemania, quien en las negociaciones se ha situado del lado de los que quieren una reforma más radical y de pronta aplicación.

Respecto a la división política según las nacionalidades, Rodust ha mencionado que ve diferencias entre “países y pescadores” pues a su juicio la flota que opera en aguas del norte está “más acostumbrada a organizarse”.

Los países mediterráneos, “necesitan tiempo para aprender que esto no puede seguir así y nosotros (los políticos, debemos decir que las cosas tienen que cambiar”, ha subrayado.