DEPORPRESS | Barlovento (La Palma)

Ayudan a llevar el material y son el objeto de algunas bromas por parte de los compañeros de equipo. La juventud, casi insultante en ambos casos, se delata en los rostros de Ayoze Pérez y Jairo Izquierdo. Apenas se llevan unos meses.

El delantero nació el 29 de julio de 1993. En unos días cumplirá 19 años. El extremo izquierdo todavía es más joven (22/10/93). Ambos son los benjamines de la concentración del Tenerife en Barlovento.

“Llevo muy bien el trabajo diario”, comentó con cierto aplomo Jairo. “Los entrenamientos son bastante intensos, pero como casi siempre hay balón, todo se hace mucho más llevadero”, añadió ya algo más suelto. “Además, con las ganas que uno tiene, se nota menos el cansancio”, confirmó entre sonrisas. El pequeño de los Ayoze explicaba que ha tratado de adaptarse rápido: “Los compañeros nos están apoyando mucho y eso es de agradecer”. “El trabajo es duro, aunque totalmente normal a estas alturas de pretemporada”, confirmó.

Uno y otro afrontan el futuro con optimismo. Saben que será complicado hacerse con un hueco en el primer equipo, aunque prometen intentarlo con todas sus fuerzas. “Pude jugar el primer amistoso ante el Atlético Paso y salí bastante contento”, apuntó Jairo.
“Sinceramente esperaba participar menos y al final pude actuar toda la segunda parte; fue un día muy especial”, proclamó. También lo fue para Ayoze Pérez, que incluso cerró la cuenta goleadora de los suyos: “Marcar siempre viene bien, y el otro día lo pude hacer, aunque aquí de lo que se trata es de trabajar para el equipo e intentar hacerlo lo mejor posible”.

Jairo recordó una bonita experiencia que vivió el año pasado en las categorías inferiores del Manchester City: “Me impresionó todo lo vivido y me recibieron muy bien. “Estuve primero una semana y luego me marché a Holanda a jugar un torneo. “El Tenerife se portó muy bien y me dio facilidades”, indicó.