JOSÉ E. GARCÍA | Santa Cruz de Tenerife

La labor desarrollada por los voluntarios de la asociación Kairós se constituye como el último hilo de esperanza al que se aferran más de 500 familias residentes en Tenerife. Según el listado de beneficiarios de la organización, un total de 1.608 personas acudieron el mes pasado a recoger los alimentos que se reparten en esta ONG para cubrir sus necesidades nutricionales básicas. El dato más impactante es que casi 350 son menores de 8 años. Ante la falta de recursos, los componentes de la asociación han preparado una campaña de recogida de alimentos bajo el lema ‘Hoy es él, pero mañana podrías ser tú’ para los días 9, 10 y 11 de julio en la Iglesia Evangélica Cristiana de Los Gladiolos.

Esta entidad no gubernamental nace en 2008 y emprende proyectos solidarios relacionados con el pueblo del Sáhara. A mediados de 2010 cambia su orientación y se dedica a recolectar alimentos para la gente necesitada de la Isla. La mayor parte de los productos que proporciona proceden del Fondo Español de Garantía Agrícola, que los cede al Banco de Alimentos para que éste los distribuya por las diferentes ONG’s.

Gravedad

Benjamin Barba, presidente de la organización, afirma que la situación “es muy grave”. En los últimos meses, la asociación Kairós ha sufrido recortes y retrasos en la recepción de los géneros previstos. “Antes el FEGA nos aportaba el 80% de los productos y la variedad era de 15 o16 tipos. Ahora solo nos van a entregar leche, macarrones y galletas”, comentó. En el año 2011, el FEGA facilitaba la partida de alimentos en cuatro fases y para el 2012 la han reducido a tres. Además, la primera entrega correspondiente a enero, todavía no se ha efectuado. Cada mes se reparten de media unos 8.000 kilos y en este momento solo disponen de mil en el almacén. El aumento de familias necesitadas y el descenso de los recursos provoca un desequilibrio insostenible: “Nos vemos desbordados”, señaló el presidente. Por todo ello, la asociación hace una campaña de captación de alimentos y pide la colaboración a empresas y particulares. “Buscamos sensibilizar a la gente”, finalizó Barba.
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La clase media, la más afectada

La verdadera realidad de la crisis queda expresada con dureza en las historias de las familias que solicitan ayuda a la asociación Kairós. Personas que en tiempos no muy lejanos conformaban la denominada clase media y que ahora se ven inmersas en un pozo que parece no tener fondo. “Por lo general, el perfil es el de familias de tres miembros. Son personas que han formado parte de la clase media, con su trabajo, su vivienda de alquiler o hipoteca y su coche, pero que se han quedado en el paro y se les ha terminado la prestación “ apuntó Domingo Barba. Muchos se niegan a reconocer su situación y se sienten avergonzados. Por este motivo, además de suministrar alimentos, los 60 voluntarios de la organización, entre los que hay psicólogos y trabjadores sociales, hablan con los miembros de las familias e intentan transmitirles un mensaje de ilusión y esperanza. A veces, se trata de “reconstruir la dignidad de la persona”, comentó Barba. Todos los beneficiarios acuden con un papel de derivación de los Servicios Sociales. Es una manera de garantizar que se asiste a quien lo necesita de verdad. Como detalle significativo, algunas de las familias están compuestas por hasta 12 miembros y entre los afectados hay unos cuantos titulados universitarios. [/apunte]