Más de 500 muertos en cárceles venezolanas a un año de creación de ministerio

EFE | Caracas

Un total de 523 reos murieron en las 35 cárceles de Venezuela en el año que lleva en funcionamiento el ministerio de Servicios Penitenciarios, según las cifras divulgadas hoy ong del ámbito penitenciario.

“Lo más apto sería que el presidente Hugo Chávez removiera” a la titular de ese ministerio, Iris Varela, y nombrara “a alguien que sepa” del asunto, manifestó en una rueda de prensa el integrante de la ong Una ventana a la libertad, Carlos Nieto.

Los datos facilitados por Nieto, correspondientes a estadísticas del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, reflejan casi dos mil reclusos heridos, además de ese más de medio centenar de muertos.

“No ha cambiado para nada” la situación de “violencia extrema” en las cárceles venezolanas, dijo por su lado el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), que contabilizó el año pasado 560 muertes y casi 1.500 heridos en los presidios del país.

Las 35 cárceles venezolanas tienen capacidad para unos 14.500 presos, pero albergan a cerca de 45.000, señalaron.

En comparación, explicó Nieto, países como Argentina, Brasil o México, con poblaciones penales mucho mayores, el promedio de muertos en las prisiones “no llega a 150 por año”.

La ministra se propuso reducir la demora en los procesos judiciales, pero continúan el mismo índice de entre el 70 y el 75 % de presos preventivos, agregó Nieto.

Varela tampoco redujo el hacinamiento, manifestó también.

Nieto responsabilizó de la existencia de armas en las cárceles al personal penitenciario y a la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militarizada), además de algunos presos.

La ministra ha reiterado -agregó- que combate a esas mafias, pero no ha logrado eliminarlas ni se conoce de funcionarios civiles o militares procesados por el tráfico de armas o drogas en los presidios, argumentó.

La última crisis carcelaria, un motín de un mes de duración en una cárcel del estado Mérida (oeste) que concluyó el pasado fin de semana con la rendición de 61 presos armados, causó 38 muertos, ocho de ellos miembros de la Guardia Nacional.