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Razak, un musulmán de corazón

Durante este mes, el guardameta africano intenta seguir como puede la celebración del Ramadán. / DEPORPRESS

DEPORPRESS | Barlovento

En la maleta que Razak trajo consigo a La Palma no podían faltar dos elementos: la alfombra para el rezo y una chilaba. Por delante, unas semanas muy especiales para el meta ghanés, ya que los musulmanes celebran el Ramadán, un mes de ayuno para alimentar el alma.

“Este mes, como sabe todo el mundo, es muy importante para los musulmanes porque celebramos el Ramadán”, confirmó el portero del Tenerife. “Son días muy especiales para todo el Islam”. “Todo lo que hacemos sale bien y estamos muy felices en este tiempo”, subrayó.

Las personas que profesan la fe musulmana tienen que cumplir una serie de obligaciones de manera muy escrupulosa, entre ellas no pueden comer ni beber en las horas de sol: “Por la mañana, muy temprano, antes de que amanezca, los que tienen más dificultades para cumplir con el ayuno, se alimentan bien a esa hora; cuando yo lo pueda hacer, comeré algo de fruta y beberé mucho líquido”.

Razak explicó que “para mí es muy importante, aunque yo no puedo hacerlo porque nos estamos entrenando dos veces al día, y el esfuerzo es muy grande”. Así confirmó que “si eres un deportista profesional es muy complicado cumplir con el Ramadán”, aunque aclaró que “dentro del Corán se nos dice que no tenemos que hacerlo”. “Cumpliré con él una vez pasen estos entrenamientos”, expresó.

Con su habitual sonrisa, el guardameta tinerfeñista reiteró que “este mes lo vivimos con muchas ganas y con mucha alegría”. “Desde que sale el sol hasta que se pone, no se puede comer, beber, ni hacer nada raro”, describió. “Una vez se va el sol, todos se juntan, se comparte la comida y hay muchas risas”, proclamó.

Razak realiza una parada durate un entrenamiento. / DEPORPRESS

Según recoge el Corán, los musulmanes deben ayunar durante el noveno mes de su calendario, que se rige por la luna. En el islam, el ayuno es una manera de acercarse a Dios y su celebración coincide con el momento en el que, según la tradición, el profeta Mahoma comenzó a recibir la revelación coránica.

“De verdad, soy un musulmán de corazón”, destacó Razak. Incluso desveló que “mi padre quería que yo fuese un imán, y mi madre me decía que hiciera lo que más me gustase; siempre en mi vida he hecho lo que he considerado más justo, sin hacer daño a nadie”.

Razak tiene claro que “todo el mundo puede ser musulmán”. “En mi país (Ghana), por ejemplo, todo es mucho más estricto”, manifestó. Así anunció que “la población se divide en un 50 por ciento de católicos y el otro 50 de musulmanes”. “En España, lógicamente, es distinto, pero igualmente estoy contento de la manera en la que nos trata la gente”, agradeció. “Se nos está conociendo más”, valoró.

Lo dice de nuevo desde el corazón: “Estoy orgulloso y tremendamente feliz de ser musulmán”. “Como indicaba antes, este mes es muy alegre”, recalcó. “Cada uno es libre de practicar la religión que considere; yo practico el islam y me siento bien”, confesó.