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Suave y dulcemente> Álvaro Díaz

Nadie se acordó de la calima, ni del calor, ni del ligero terremoto frente a nuestras costas, ni del Pevolca, ni del PGO de Santa Cruz, ni de la prima – o sobrina, qué más da ya del parentesco de la crisis- de riesgo, ni de los vaivenes de la bolsa, ni de la calificación de los bancos al nivel de bono basura, ni de que a padres de familia le quiten sus casas, ni de la subida de impuestos, ni del calvario de los pensionistas para poder tener sus medicamentos, ni que de tres canarios uno está en paro, ni del falso nueve…no pasa nada. El fútbol nos volvió a anestesiar de forma suave y feliz. La selección española completó una hazaña inigualable hasta ahora en la historia de este deporte, con la conquista en una secuencia consecutiva de Eurocopa-Mundial-Eurocopa, liderada por un estilo incontestable en los últimos cuatro años, en los que La Roja ha coleccionado títulos en Viena, Johannesburgo y Kiev. España nunca especula; tiene múltiples recursos y desequilibra. Goles con sabor a sentencia. Seriedad defensiva (499 minutos imbatida). De nuevo, alcanzamos la cima. ¿Cuándo nos toca la próxima dosis?