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La Asociación Española Contra el Cáncer acaba de renovar su Junta Nacional. En una asamblea celebrada hace unos días en Madrid, se decidió la continuidad, como presidenta nacional, de Isabel Oriol, lo cual ya de forma individual es una buenísima noticia, y el nombramiento de una serie de respetados profesionales como miembros activos de ésta, entre ellos, como presidente del Comité Técnico Nacional, el prestigioso oncólogo doctor Joseph Tabernero y repitiendo cargo en el Consejo estará el presidente de nuestra Junta Provincial, Juan Julio Fernández, que lleva a cabo una intensa (y extensa) actividad, tanto en la provincia de Santa Cruz de Tenerife como en Madrid. Recalco lo de “miembros activos” porque desempeñan una entusiasta actividad en las funciones que deben llevar a cabo y que en esta ocasión, así reclamado por los tiempos un tanto confusos que corren, les exigirá una mayor implicación y esfuerzo.

Las ayudas que la Asociación Española contra el Cáncer ofrece a los pacientes con un cáncer y a sus familias en forma de apoyo psicológico, social y en pisos de acogida; los programas de prevención de estas enfermedades que lleva a cabo durante todo el año y, principalmente entre los jóvenes; las actividades de tiempo libre, desde campamentos para niños hasta acuáticos de rehabilitación para mujeres operadas de cáncer de mama en prevención del linfedema, el voluntariado de hospitales y a domicilio y tantos otros, son (o deberían ser) conocidos por la población en general.

Esta labor que puede ser llevada adelante gracias al apoyo de sus socios y colaboradores y de un ingente esfuerzo humano, con valores respaldados en su transparencia y buenas prácticas por los informes anuales de la Fundación Lealtad, que harán realidad el Nuevo Plan Estratégico de la AECC para los próximos cuatro años, con una serie de objetivos destacables como son la reducción del impacto que provoca el cáncer en la sociedad española; el prestar la mejor calidad de servicio e impulsar la investigación oncológica y el continuar desarrollando su Observatorio del Cáncer como herramienta de investigación social de la enfermedad.

Alguien podría pensar que los miembros de las Junta Nacional o de las Juntas Provinciales son equiparables a los de las cúpulas de empresas y entidades públicas o privadas, o que los miles de voluntarios que echamos una mano (y, la mayoría de las veces, las dos) en la AECC recibimos algún tipo de emolumentos pero no es así en absoluto: todos nosotros desde la primera trabajadora que es nuestra presidenta nacional hasta la más recién incorporada voluntaria realizan su labor sin contrapartidas de ningún tipo, por solidaridad y como entrega a la sociedad de la que formamos parte, lejos de invocaciones a dioses o de anhelo de reconocimientos. Porque trabajamos, simplemente, por amor a la vida.

Mary Cejudo es Voluntaria de la Asociación Española contra el Cáncer