EFE | Huelva

La actuación de un agente de la Guardia Civil fuera de servicio que pasaba un día de playa en El Rompido, en el término municipal de Cartaya (Huelva), ha permitido interceptar un alijo de una tonelada de hachís y la detención de dos personas.

Según ha informado el instituto armado en un comunicado, los hechos ocurrieron el pasado 4 de julio, a las 19:25 horas en las playas de San Miguel, en El Rompido.

En ese lugar, a plena luz de día tuvo lugar el intento de alijo de más de una tonelada de hachís, por parte de una embarcación que se aproximó hasta la costa, donde era esperada por un grupo de personas.

Se dio la circunstancia de que en el lugar se hallaba un guardia civil fuera de servicio que disfrutaba de un día playa y que al observar la presencia de la embarcación, de diversas personas merodeando por la orilla y comprobar el desembarco de fardos, similares a los del narcotráfico, telefoneó a la Central COCS (062) de emergencias de la Guardia Civil, cuyos operadores alertaron a las patrullas más próximas a la playa.

Al lugar acudieron unidades de la Guardia Civil de Cartaya, El Rompido, Lepe y Punta Umbría, que detuvieron a dos individuos, uno de nacionalidad española y otro marroquí, como supuestos autores de un delito contra la salud pública y otro delito de contrabando.

A la vez se aprehendieron treinta y cinco fardos de hachís, que una vez pesados alcanzaron los 1.050 kilos.

Por parte de la Guardia Civil se han instruido las correspondientes diligencias, que han sido puestas a disposición del Juzgado de Instrucción de guardia de Ayamonte (Huelva) y se ha abierto una investigación para esclarecer el caso.