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Vilaflor se salva y vuelve a casa

Rosalina, vecina de Vilaflor. | V. P.

VICENTE PÉREZ | Vilaflor

“Vilaflor sigue vivo, mucha gente se ha esforzado para ello, pero aquí ha puesto su mano el Hermano Pedro, porque el paisaje y el pueblo están intactos”. A Juan Antonio, empleado de una ferretería, se le aguaron ayer los ojos al contemplar que el fuego no quemó finalmente el pinar del valle chasnero. Terminaba para él, y para otros 600 habitantes, la pesadilla del fuego que obligó a desalojar el pueblo el martes.

Los vecinos pudieron retornar a sus hogares partir de las 14.00 horas. Y lo que vieron a esa hora fue su bello caserío de siempre. El pinar quemado queda fuera del campo de visión del pueblo, y aún así, con signos de que el fuego no calcinó todo el monte, sino por tramos. A esa hora, ya no había humo en el monte.

Juan Antonio es uno de los 19 evacuados que se alojó en el pabellón de deportes de Los Hinojeros, en Granadilla, población que se volcó con los desalojados, en un gesto de solidaridad que no olvidarán los chasneros. Antes de abandonar el polideportivo que ha sido su hogar en esta emergencia, concejales de ambos municipios (entre ellas, las de Servicios Sociales, la chasnera Mari Carmen Delgado, y la granadillera Ana Esther Flores), les sirvieron una comida donada por empresas de la zona.

Poco antes, habían pasado a saludarlos el senador por Tenerife Antonio Alarcó (del PP), y varios consejeros de Cabildo, a quienes explicó que el senado había aprobado una moción, iniciativa suya, para que se adopten medidas de compensación a los afectados por los incendios forestales en Canarias.

Pasadas las 14.30 horas, llegó la despedida de Granadilla: los realojados se abrazaron a personal de Cruz Roja, Protección Civil y ediles y personal del Ayuntamiento de Granadilla. Unos volvieron a casa en una guagua y otros en coches particulares, como Juan Antonio, con quien DIARIO DE AVISOS compartió el camino de vuelta.

Las casas volvían a tener gente, en las puertas, en los balcones, en los bares, en las calles. Vilaflor renacía y todos estaban agradecidos al personal de extinción de incendios. Pero en los corrillos, saltan chispas y nadie se muerde la lengua: denuncian que no hay cortafuegos hechos y limpios; que no había agua en la balsa del Cabildo en Trevejos para que pudieran surtirse los helicópteros y las cubas; que no se limpia el monte en las zonas peligrosas en caso de incendio, y que no entienden cómo, sin viento, el fuego se extendió por más de 4.000 hectáreas y se descontroló tanto, lo cual achacan a la falta de medios aéreos (y de hidroaviones con base en el Archipiélago) y a que no se cuenta con los habitantes del lugar que conocen el terreno.

La solidaridad con Vilaflor ha sido mayúscula. “Estamos en deuda con los municipios de la comarca, con sus ayuntamientos y sus vecinos; lo positivo de esta emergencia es la disponibilidad de tanta gente a ayudarnos”, declaró la concejal de Servicios Sociales de Vilaflor, quien destacó el civismo de los evacuados “en una situación dramática, porque dejábamos atrás el hogar, con gran incertidumbre”. Delgado mencionó el caso especial de cinco personas enfermas crónicas que fueron trasladadas a Hospiten Sur, y que ayer regresaron también a sus casas en ambulancias del Servicio de Urgencias Canario (SUC). Su homóloga de Granadilla, tuvo palabras elogiosas para “tantas empresas y personas” que han colaborado para acoger a decenas de chasneros en las mejores condiciones posibles, con la coordinación de Cruz Roja. “En el pabellón de deportes hemos procurado darles compaña en estos días amargos para ellos”, manifestó la edil Ana Esther Flores.

Es la crónica de un día en que Vilaflor recuperó la sonrisa, después del infierno sufrido en los barrancos aledaños. Esta vez el fuego se quedó a las puertas del pueblo, y el milagro de la voluntad humana logró detenerlo.

[apunte]Rosalina: “Temí por el pueblo”. Al principio no quería irse, “por el nerviosismo”, pero luego, “más calmada”, aceptó la invitación de la Guardia Civil. Rosalina (foto superior) volvió ayer su hogar, “muy contenta”. Abajo, Juan Antonio, en su coche, llegando a Vilaflor, tras pasar dos días en el pabellón de deportes de Granadilla. / v. P.[/apunte]

Juan Anotnio con su coche. | V.P.

[apunte]Los medios aéreos aplacan las llamas en Guía de Isora y se espera controlarlas hoy

El incendio continúa activo en el barranco de Tágara, en las cumbres de Guía de Isora, donde la situación anoche era sensiblemente mejor que la jornada anterior, gracias a que, controlado el fuego de Vilaflor, se han podido destinar más medios aéreos y terrestres a este flanco del fuego.

“Ha habido un cambio radical en solo un día, por el trabajo muy intenso de los helicópteros y los aviones, y mi impresión es que está ya controlado”, explicó anoche el alcalde de Guía de Isora, Pedro Martín. Según su descripción de la situación que se vivía anoche, “sigue habiendo resplandor y llamaradas en Tágara, pero el incendio está acotado en la parte alta y se ha limitado mucho la línea de fuego que bajaba por la montaña en días anteriores”. A su juicio, “la parte del incendio que linda con Chío y Chasogo está controlada, y queda ahora que en las próximas horas se trabaje enfriar”.

El regidor municipal añadió que se esperaba que los medios aéreos continúen hoy trabajando, por lo que en esas condiciones se mostró “optimista” sobre “la extinción del incendio en los próximos días”.

Según informó ayer la Consejería de Economía, Hacienda y Seguridad del Gobierno de Canarias en un comunicado, en dicho frente es donde se concentra la intervención de la mayor parte de los medios terrestres y aéreos.

Además, al existir algunas zonas calientes dentro del área afectada, se siguen realizando descargas puntuales de agua por parte de los medios aéreos.

El flanco sur no implica riesgo para la población y únicamente existe presencia de humo, motivo por el que la Dirección del Plan de Protección Civil y Atención de Emergencias por Incendios Forestales autorizó ayer el regreso a sus casas de los vecinos de Vilaflor, Tijoco e Ifonche. Respecto a la superficie afectada, hasta el momento asciende a unas 5.000 hectáreas, aunque alrededor de 1.000 hectáreas son las que pueden haberse quemado.

Por lo que se refiere a incidentes de carácter sanitario, durante la tarde se atendió a dos miembros de los equipos de extinción, el primero de ellos por un problema de salud de carácter menos grave y fue evacuado de la zona en un helicóptero de la Guardia Civil al Puesto de Mando Avanzado y desde allí en una ambulancia del SUC a un centro hospitalario del sur de la isla.[/apunte]



[apunte]Domingo: “En 1998 hubo un gran incendio y lo apagó el pueblo”

azador de 72 años, Domingo Fumero recordaba ayer en un bar de Vilaflor cómo hace trece años fueron los propios vecinos los que lograron apagar el fuego, “en un incendio mucho mayor y ahora no se permite que participemos”. Él está de acuerdo con la evacuación, “sobre todo por la gente mayor, a la que le podía afectar el humo”. Feliz por poder retornar a casa, Domingo tiene claro que “si antes no había más incendios es porque se aprovechaba el penillo y la leña, y estaba más limpio”. [/apunte]

[apunte]Despedida desde Granadilla
na veintena de evacuados de Vilaflor se despidieron ayer, con mucha emoción, del pabellón Los Hinojeros, de Granadilla, que fue su hogar durante el desalojo. En la imagen una familia de uruguayos residente en Vilaflor, se apresta a coger la guagua que les llevó hasta el casco chasnero. De los evacuados, 9 se alojaron en hoteles y 28 en albergues, y 19 optaron por pernoctar en el polideportivo granadillero. En este recinto el personal de Cruz Roja y del Ayuntamiento se desvivió por ellos. Había que ver sus caras de alegría cuando la concejala de Servicios Sociales de Vilaflor les comunicó que podían volver a casa.[/apunte]