sector X>

Y cincuenta sombras más

Por Rebeca Díaz-Bernardo

La semana pasada me emocioné como una loca hablándoles de un libro que está haciendo furor en los States, más bien una trilogía, que parece que desde que George Lucas empezara con ello ya nadie se conforma con hacer uno de nada, no, siempre tiene que haber secuelas y hasta precuelas, que es algo que se han inventado hace poco y que es contar tiempo después cómo empezó todo tiempo atrás… Un lío que ríete tú de aquello de entender cómo regresar al futuro, ¿verdad?
Bueno, pues justo fue terminar de explicar lo que parece que se está convirtiendo en un fenómeno al otro lado del charco y al salir a hacer la compra del finde me encontré de narices con la portada del libro, ilustrada con la corbata gris de la que estuvimos hablando y atravesada con una enorme etiqueta que rezaba la frase “sí, este es el libro del que habla todo el mundo”, así que haciendo un gesto como quien no quiere la cosa, lo cogí y me lo eché al cesto de la compra y me dediqué el resto del fin de semana a leérmelo y empaparme, según yo, de morbo, erotismo y ganas de ello…

… y yo es que debo ser marciana o muy de andar por casa, pero por mucho que en la contraportada se hayan encargado de repetir y repetir que es la novela del año, la que te subirá el morbo a alturas insospechadas, aquello que hablábamos de porno para mamás y de que reactivará tu relación sexual de pareja, a mi es que me viene mi marido con una fusta a azotarme el trasero y la cara que le pongo se le quitan las ganas de seguir, así de claro te lo digo.

Vamos a ver. Cuando Bella conoció a Edward (sí, lees bien, te hablo de Crepúsculo y eso)y empezaron su historia de amor, todas nos conmovimos por la delicadeza de él, su exquisito trato, su ternura y la atención sincera que le dispensaba a la insípida chavalita ésta hasta el punto de que muchas no adolescentes suspirábamos en secreto por un hombre así, guapo, rico, atento, dulce, cariñoso, fuerte y misterioso hasta que le descubrimos que su único defecto es que el chico no duerme… no se refleja en los espejos… no come… no bebe… porque es un vampiro que lleva danzando por el mundo desde el siglo yo qué sé, y hasta en eso nos pareció tan mono que todo se lo perdonábamos y por mucho que el muchacho lobo también estuviera potente, todas apostábamos por el vampirito.

[apunte]Top secret
‘Vacaciones para la autoestima’, actividad residencial en un precioso Hotel Rural de Tenerife con piscina climatizada, los días 6, 7 y 8 de agosto, repitiendo tema y lugar ya que el verano pasado tuvieron una excelente experiencia. Habrá actividades en la naturaleza, respiraciones en agua y mucho, mucho, disfrute.

‘La maestría del cuerpo’, un campamento (también residencial) en la isla de Gran Canaria los días 14, 15 y 16 de septiembre. En este caso se trabajarán con los cinco elementos y con el arquetipo del Guerrero y sus actitudes. Será un campamento para reforzar el deseo de vivir.
Para ambas actividades hay unos descuentos muy interesantes, si te inscribes lo antes posible.
Infórmate en 636 105 770 o en su web.[/apunte]

Vale. Ahora tú imagínate todo eso, lo mismo, prácticamente la misma ciudad, una húmeda y fría Seattle del noroeste norteamericano aunque en este caso todo transcurre en verano. Una muchachilla recién licenciada todavía más insulsa y poco llamativa que Bella, que conoce a un cañón de empresario que está que se sale, que tiene más pasta que el tío Gilito y encima está dispuesto a gastársela con ella a cambio de que ella firme en primer lugar un contrato previo de confidencialidad para que no se vaya de la lengua al primer Sálvame al que la llamen, y a continuación otro contrato más con reglas como que ella le debe llamar a él siempre Señor o Amo, normas como que ella debe comer los alimentos de una lista que él le proporcionará y dormirá un mínimo de siete u ocho horas para aguantar la caña que él le va a dar, y enmiendas a discutir como la posibilidad de una serie de perversiones más o menos duras a las que ella se niega de entrada y sin dudarlo, y otra lista de algo así como imposibles porque ahí es él quien no está por la labor de cometer, como por ejemplo actividades sexuales coprofílicas o con juegos de fuego, cera caliente o control de la respiración. Por lo demás, ella consiente en ser azotada, toreada, atada, perpetrada, fustigada y no sé cuántas -ada más, siempre y según él en pro del placer de ambos.

Todo esto te lo adornan con apartamentos de lujo minimalista y atenciones de película, con un trasfondo problemático de él desde que era un niño y sus traumas infantiles y su absoluta necesidad de tener el control de todo, que es en lo que se parapeta para dar lástima y que la otra totufa consienta en ser la sumisa o sometida o sierva o como demonios se le diga a la parte masoca de este tipo de parejas.

Me retrotraje un poco a cuando yo tenía unos dieciséis años y Nueve semanas y media escandalizó a una sociedad ochentera que empezaba a salir del huevo de la censura, pero es que ahí no había amor, era una relación sexual pura y dura, nunca mejor dicho, y cuando el morbo se acabó o ella se hartó, o él, ya no me acuerdo, hasta luego Lucas y cada uno por su lado. En las sombras de Grey mucho me temo que Anastasia huye pero con la boca chiquita, es decir, que como ya sabemos que hay otras dos secuelas que acaban de salir a la venta, nos vamos a ver metidos en una vorágine de amor masoquista hacia un ser sensible únicamente hacia el placer proporcionado mediante el dolor y la sumisión… Y eso es mucho pa mi cuerpo y mi autoestima. Me temo que me quedo en la precuela que bastante me ha costado terminar y que paso de seguirle el juego a este señor.