NICOLÁS DORTA | Arona
No se trata de un hecho aislado. Hay miedo. Una jauría de perros salvajes, abandonados la mayoría, tiene atemorizados a vecinos y turistas de Los Cristianos. Los animales duermen en los alrededores de la montaña de Guaza y salen a primera hora de la mañana y por la noche. Según los testimonios, se ha llegado a contabilizar hasta 15 de diferentes razas. Buscan comida entre la basura que dejan los restaurantes en los contenedores y si hay perros con sus dueños, se dedican a molestarlos. Incluso, los han atacado.
Es el caso de Ana Otero, una de las afectadas, que lleva aproximadamente un año y medio con este problema sin que nadie le haya hecho demasiado caso. Ha llamado al 010 (que presta el Ayuntamiento de Arona), al 091 y, de momento, no encuentra una solución. La comunidad inglesa que reside en Los Cristianos también se ha visto afectada.
En internet son varias las quejas de turistas y residentes que piden ayuda y asesoramiento y afirman que estos perros han atacado a sus mascotas. Opinan que la cuestión se solucionará cuando haya realmente algo grave. Incluso, un grupo de ingleses que residen en Los Cristianos ha formado el colectivo Wild Dogs Action Group que traducido sería Asociación contra los perros salvajes y tiene previsto reunirse para buscar una salida ante la falta de ayuda. Afirman que asaltan la basura, dejan excrementos en la calle, podrían atacar a las personas y temen que sigan molestando frente a restaurantes y paseos.
Ana Otero asegura que el 010 la ha tratado “muy bien” pero que los técnicos del Ayuntamiento poco han hecho para evitar más perros en la calle. La noticia ha llegado hasta periódicos locales como el rotativo Canarianweekly que titula “We´re living in fear!” (“¡Vivimos angustiados!”) explicando la situación.
Complicado cogerlos
Desde el Ayuntamiento son conscientes del problema y ya se han reunido con el Cabildo para buscar una solución. Aseguran que “resulta complejo capturar a estos animales con los medios” que tienen. “Habría que mirar si con dardos somníferos se puede, pero todo esto lo estamos mirando”, indicó ayer el edil de Sanidad, Francisco Niño, quien entiende las quejas porque “son situaciones incómodas que no gustan”. Insistió que se está trabajando “para mirar la mejor opción”.