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Las centrales alternativas critican a UGT-CCOO y llaman a una huelga canaria

EFE | Las Palmas de Gran Canaria

Los sindicatos de Canarias que discrepan de la respuesta que CCOO y UGT están dando a los recortes presupuestarios y a las consecuencias sociales de la crisis han acusado a ambas centrales de “dar un balón de oxígeno al Gobierno” y han abogado por convocar una huelga en las islas.

Para este colectivo de sindicatos alternativos, varios de ellos de inspiración nacionalista, demandar un referéndum que permita a los ciudadanos pronunciarse sobre las políticas del Gobierno, como han hecho CCOO y UGT, es una medida “inútil”, “desmoralizadora” y hasta “peligrosa”, porque ralentizará las protestas en marcha e incluso podría dar apariencia de legitimidad al Ejecutivo, según han sostenido sus portavoces en una rueda de prensa.

Estas centrales canarias han querido salir al paso del “cambio de estrategia de los dirigentes de UGT y CCOO” que sostienen que se ha producido últimamente, cuando ambas organizaciones han comenzado a abogar por el referéndum y por aplazar una posible huelga que sí apoyaban hasta el 19 de julio, según ha expuesto el portavoz de Intersindical Canaria, René Beotegui.

En nombre de su sindicato y de otros siete que respaldan la misma postura -FSOC, Cobas, CSC, Sindicato de la Elevación, SOPC, Sitocan e Independientes de Guaguas- Beotegui ha defendido la convocatoria de una huelga general que considera urgente en Canarias, donde “la situación socioeconómica es peor, con diferencia, al resto del Estado”, y ha cuestionado el referéndum como “una idea absurda”.

René Beotegui ha argumentado que esa consulta no sería vinculante para el Gobierno, por lo cual sería una acción “sin valor legal y sin valor social”, y no serviría para aclarar en nada la situación actual, pues “es evidente y obvio que la gente está en contra” de las políticas de ajuste después de las “multitudinarias” movilizaciones de los últimos meses, ha añadido.

Y, desde esa perspectiva, el dirigente de Intersindical ha insistido en que “mantener la lucha en la calle” es la única opción posible para oponerse al Gobierno y ha llegado a calificar la propuesta de referéndum de “maniobra de distracción”, expresando sus dudas sobre los motivos de UGT y CCOO.

“Nosotros no hemos cambiado de estrategia, han sido ellos los que han cambiado”, ha declarado Adolfo Padrón, del sindicato Comisiones de Base, quien ha criticado que esa nueva postura se ha producido después de que los máximos dirigentes de CCOO y UGT se reunieran con los presidentes de España y Alemania, Mariano Rajoy y ángela Merkel, y con el rey Juan Carlos.

Y ha advertido a las dos centrales mayoritarias de que los sindicatos que abogan por una huelga cuanto antes estarán a su lado si retoman su apuesta por la movilización, pero no lo estarán “para el pacto, para la componenda y para las reuniones de traje y corbata”.

Adolfo Padrón ha querido aclarar que su organización y las que la apoyan no deseaban romper la unidad de acción que se ha producido en las protestas contra las políticas del Gobierno en meses anteriores, que valoran porque ha permitido lograr movilizaciones “históricas” y “grandiosas”, pero ha matizado que tampoco podían admitir “la confluencia a costa de lo que fuera”.

Al respecto, ha asegurado que lo ocurrido “no es un nuevo episodio de bronca sindical, sino de diferencias de estrategias”, y que “siguen haciendo un llamamiento a CCOO y UGT” para que “retome la posición de lucha”.

Lucha que Intersindical Canaria y las demás organizaciones comparecientes hoy quieren que se plasme en una nueva huelga general a convocar en el archipiélago entre septiembre y octubre y, en todo caso, antes de que el Consejo de Ministros proceda a aprobar los Presupuestos Generales del Estado para 2013, que entienden que incluirán medidas que empeorarán más las condiciones de vida.

En todo caso, estas organizaciones, que Beotegui ha definido como “los verdaderos sindicatos de clase de Canarias” frente a quienes aplican esa denominación para UGT y CCOO, sondearán las posibilidades reales que tienen de obtener una respuesta favorable en esa huelga antes de convocarla, mediante asambleas que prevén hacer en sus locales, centros de trabajo y hasta las colas del paro.