EUGENIA PAIZ | Mazo

Los técnicos del Consejo Insular de Aguas han iniciado, tras la solicitud planteada por el Ayuntamiento de Mazo, la evaluación de las zonas devastadas por el incendio y que podrían constituir un potencial riesgo de riada de cara al invierno, con la llegada de las precipitaciones propias de esa estación.

La presidenta del Cabildo, Guadalupe González Taño, ya ha anunciado a la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias que “en los próximos días y una vez esté listo, el proyecto que se diseñe para intervenir en caso de que sea necesario se les enviará”. Así las cosas, el modus operandi de la administración para hacer frente a los gastos derivados de este nuevo siniestro tiene el mismo perfil que el llevado a cabo en 2009, tras el fuego que asoló los municipios de Mazo y Fuencaliente, y que sólo unos meses mas tarde provocó, por la desaparición de una gran cantidad de masa forestal, una violenta riada que llegó incluso a crear, por su enorme virulencia, nuevos cauces de barrancos.

González Taño anunció que “se llevará a cabo un plan de trabajo global teniendo en cuenta los decretos de ayudas a los incendios que apruebe el Consejo de Ministros y el Gobierno de Canarias”, de forma que se afrontarán “las situaciones más urgentes con la intervención del Cabido y del Ejecutivo regional”, dado que las gestiones administrativas y el entramado burocrático de las ayudas estatales suele ser más denso y llegar, por tanto, con cierto retraso.

Declaración institucional

El pleno del Ayuntamiento de Mazo acordó por unanimidad urgir al Consejo Insular de Aguas a que se acometan las obras necesarias para minimizar los riesgos derivados de las lluvias del próximo otoño e invierno tras el incendio forestal que afectó al municipio días atrás y que se dio por controlado el pasado miércoles. Todas las formaciones políticas coincidieron en solicitar la mayor flexibilidad posible desde el punto de vista burocrático para ejecutar las obras necesarias y urgentes.