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Cortoplacismo > Antonio Alarcó

Se ha escrito, y mucho, sobre los múltiples factores que han causado la actual situación económica y social que afecta a todo el planeta, y que se ha cebado con España. Sin embargo, es bueno recordar que hay dos causas muy importantes de este fenómeno. En sociedades como la canaria, es más notoria la búsqueda del beneficio individual por parte de determinados políticos y, muy especialmente, el pensamiento cortoplacista, que se ha instalado en ese sector de la actual clase dirigente y amenaza con convertirse en paradigma dominante. Cuando este cortoplacismo se generaliza termina por convertirse en causa de los desequilibrios macroeconómicos que observamos y termina por afectar a las instituciones, incapaces de supervisar la situación. La falta de un planteamiento estratégico que trate de dar respuesta a los problemas planteados es una de las principales características del nacionalismo, una tesis política que, como tal, puede ser respetable, pero que carece de sentido en la actualidad y no es económicamente sostenible. La única receta frente a ese afán localista es más Canarias dentro de Europa. Es por ello por lo que hemos apoyado acciones como la plataforma social #TFseMueve, que aglutina a fuerzas políticas, organizaciones empresariales y colectivos de toda índole, que buscan la unidad de acción de las Islas ante Europa. Los hay que prefieren despreciar este sentir y, como hemos visto esta semana en algún político reconvertido al nacionalismo con responsabilidades en el Cabildo de Tenerife, no dudan en romper la unidad conseguida en asuntos capitales como la Red Transeuropea de Transporte (RTE-T), y prefieren clamar en solitario con estériles reuniones en Bruselas.

No nos extraña que este dirigente haya anunciado que es posible que abandone la política al final de esta legislatura, puesto que hechos como éste vuelven a demostrar su deslealtad institucional y su nula capacidad. Hacen falta más que palabras para defender la importancia de la inclusión de nuestra Isla en la RTE-T, y esta hubiera sido una magnífica ocasión para demostrarlo ya que, pese a que algunos no quieran reconocerlo, CC no cuenta con eurodiputados, una herramienta imprescindible para defender nuestras especificidades. Si alguien puede tener codecisión en este tema es el Parlamento Europeo, y allí el Partido Popular es la organización política más fuerte y numerosa, algo que sin duda serviría para hacer valer los intereses de nuestras Islas, y es una pena que no se haya sabido apreciar nuestra disposición a interceder por este asunto. No se defiende más Canarias por decirlo, sino por hacerlo, y otra demostración de irresponsabilidad localista es la forma en que este sector del nacionalismo desdeña la mayor fuente de riqueza que tenemos a nuestro alcance, el petróleo. La negativa del Ejecutivo de Rivero a las prospecciones ha vuelto a ser ridiculizada tanto por el Tribunal Supremo como por Bruselas, que avalan los permisos dados por el Gobierno de España. Esta oposición del presidente del Gobierno autonómico es una nueva muestra de localismo: Cuando no controlo algo, prefiero que no salga a la luz.

Nuestra balanza de pagos comienza a ser positiva, y si el petróleo saliera adelante seríamos un 10% menos dependientes del suministro energético exterior, llenando de contenido, por vez primera, el concepto de desarrollo sostenible. Nosotros estamos a favor de los grandes consensos, del diálogo y de los pactos en beneficio de las Islas, que bien merecen que nos pongamos de acuerdo para sacar adelante esta complicada situación, siempre en beneficio de los que nos han de importar, los ciudadanos.

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