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Cuestión de horas

J. A. F. | Santa Cruz de Tenerife

Guillem Martí se podría convertir en jugador del Club Deportivo Tenerife en las próximas horas, siempre y cuando el delantero menorquín llegara a un acuerdo con el Ried, su actual equipo.

Al atacante, que ayer fue suplente en la derrota de los suyos por 2-1 frente al Mattersburg, le queda un año de contrato en Austria, pero su intención es poder abandonar la disciplina de su actual club cuanto antes. El principal inconveniente tiene que ver con el aspecto económico, ya que el Ried espera que el jugador pudiera perdonar parte de la cantidad económico que se le adeudaría. Martí, que está dispuesto a bajarse su salario para recalar en la Isla, intentaría no perder demasiado dinero en la negociación con su club.

Debido a que el Club Deportivo Tenerife no puede ofertar cantidades altas, le ofrecería al jugador dos temporadas de contrato garantizadas, lo que ha terminado de convencer al jugador balear.

Atrás va quedando el interés del Atlético Baleares, que parece haber perdonado a Jesús Perera y las declaraciones en las que manifestaba querer marcharse de Mallorca para acabar en Tenerife, y también el posible interés del CD Lugo, que apunta a un delantero sudamericano que terminara de apuntalar su plantilla de manera definitiva.

Lo que está claro es que Quique Medina quiere que el atacante llegue cuanto antes y que la espera no se alargue demasiado, ya que, a pesar de lo dicho por Álvaro Cervera días atrás afirmando contar con “jugadores de calidad”, para el ataque, la realidad es que necesitan a un jugador que pueda competir por el puesto con Aridane Santana.

Guillem Martí ha vestido la camiseta de Zaragoza B, Terrassa y Sporting Mahonés en Segunda División B antes de tener que marcharse al Ried ante la falta de oportunidades en España. En Austria coincidiría con los españoles Iván Carril y Nacho Rodríguez, por lo que su adaptación el primer año de contrato fue buena.

El segundo curso, avalado por sus tantos, también fue positivo, pero este verano ya comenzó a sopesar la posibilidad de volver a hacer las maletas a pesar de tener contrato en vigor.

El interés de clubes como el Tenerife terminaron por decidir a un futbolista que antes de llegar a Austria se había caracterizado por su inestabilidad a la hora de permanecer en un club cambiando de equipo prácticamente cada verano.

Si nada se tuerce, ahora le tocará vestir la camiseta del Club Deportivo Tenerife.