JESSICA MORENO | Santa Cruz de Tenerife

Entre tanta cenizas, parajes calcinados o cosechas totalmente destrozadas, provocadas por el incendio que azota desde el pasado sábado día 4 la isla de La Gomera, se vislumbra un rayo de luz llamado Jonás. Este pequeño, que nació el domingo, ha hecho a su familia olvidar los daños sufridos por las llamas en los alrededores de su vivienda, ubicada en el caserío de Imada, uno de los más afectados por el fuego. Los inconvenientes provocados por los desalojos, el corte de las carreteras y el trajín propio de los momentos que se estaban viviendo en la Isla Colombina finalmente no impidieron que la historia tuviera un final feliz y que la familia ya cuente con uno más.

Aunque Lilia ya estaba cumplida, aún no había sentido molestias que le hicieran presagiar que esa misma noche se iba a poner de parto. Como el resto de sus vecinos de Imada, fue desalojada en la tarde del sábado por la cercanía de las llamas que, finalmente, se introdujeron en el pueblo. “Esa noche me quedé en Playa de Santiago con unos familiares; el día lo pasé bien, pero ya por la noche me empecé a encontrar peor y sobre las cinco y media de la madrugada nos fuimos al hospital de San Sebastián”, explica Lilia Arzola a DIARIO DE AVISOS.

“Cuando salimos hacia el hospital aún la carretera no estaba cortada, por lo que no tuvimos ningún problema en llegar, eso sí, cuando pasamos por el barranco de Benchijigua había mucha gente allí viendo el fuego, pero nosotros ni nos paramos”, cuenta. La suerte de este matrimonio no fue la misma que la de su madre, ya que cuando esta iba a coger la vía para acompañar y ayudar Lilia en el nacimiento de su primer hijo ya las carreteras estaban cortadas por la proximidad del fuego.

Viaje en lancha

“Cuando empecé a sentir los dolores avisé a mi madre, que estaba en Alajeró en casa de unos familiares, aunque me dijo que la esperara para ir juntas yo ya no podía, de lo mal que me encontraba”, asegura. Ese tiempo de diferencia hizo que Florina no pudiera partir hacia el hospital de Nuestra Señora de Guadalupe con su hija.

Pero como no podía -ni quería- perderse este acontecimiento la ayuda de unos vecinos y el ingenio se unieron. Si por el monte no era posible, la única opción que quedaba era por el mar. “Mi hermano se acercó hasta Playa Santiago y preguntando a los pescadores encontraron un grupo que iba hacia la Villa en lancha y que hicieron el favor de llevarla”.

Después de la travesía en barco, la abuela logró llegar a tiempo al hospital, y pudo estar presente en el nacimiento de Jonás, su cuarto nieto. Sin duda, en el futuro Florina tendrá una historia que contar al pequeño, puesto que por encima del incendio, los cortes de carreteras y las dificultades pudo estar en ese momento. A pesar de la tristeza de ver los alrededores de Imada calcinados -una de las primeras localidades gomeras arrasadas por las llamas- y de las pérdidas que ha ocasionado a sus vecinos y amigos, la familia del pequeño ha recibido la mejor de las noticias, que es poder ampliar su hogar con otro miembro.

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Colaboración

La Caixa ha destinado 100.000 euros a las tareas de rehabilitación del territorio afectado por el incendio de La Gomera, y ha iniciado una campaña solidaria para contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas damnificadas por el fuego a través del número de cuenta 2100 0900 91 02 11634155. Esta cuenta ya se encuentra operativa desde el martes y se pueden realizar aportaciones económicas a través de los cajeros y oficinas de la entidad en toda España. La Caixa trabaja en La Gomera -declarada por la Unesco Reserva de la Biosfera- desde 2006 a través de un convenio de colaboración con el Gobierno de Canarias y al que la entidad financiera ha destinado hasta el momento nueve millones de euros. El acuerdo tiene un doble objetivo: contribuir a la mejora y mantenimiento de los espacios naturales y promover la inserción laboral de las personas desfavorecidas. En este sentido, la entidad bancaria ya ha realizado anteriormente diferentes aportaciones ante situaciones de emergencia originadas por incendios como los de este mismo verano en Tenerife y en La Palma, o el grave incendio que arrasó esta última en 2009.

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