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El casco a rebosar> Domingo J. Jorge

No parece, ni por asomo, que nos hallemos en pleno agosto, a unos días de celebrar La Candelaria. Los alrededores de La Concepción, La Carrera, Herradores, San Agustín, Heraclio y el casco lagunero están a rebosar. Lo que otros años no ha sucedido, la falta de lugares en los que aparcar, se convierte estos días en un habitual, que si no fuese por el calor y la fresca vestimenta, diríamos que bien podríamos estar en abril o mayo. No es que “no quepa una mosca”, pero sí cuesta eso, dejar el coche en un lugar apropiado -para evitar la multa correspondiente y cumplir con el civismo que se nos presupone- y también encontrar una mesa -a pesar de la crisis- para tomar la caña o el vasito de tinto de verano. Este domingo lo volveremos a ver: numerosos feligreses en La Concepción, gente haciendo cola para sentarse en las mesas de la plaza, y calor, calor. Eso que no falte. Ah, si quieren comer un buen “Lagunero” o “Rosquete de Batata”, en casa Porfirio, en La Catedral, vayan temprano. Los helados, polos y dulces también escasean. Es agosto.