El Involcan distingue tres fases en la serie sísmica de la erupción de El Hierro

EFE | Santa Cruz de Tenerife

Un estudio del que ha formado parte el Instituto Volcanológico de Canarias ha revelado que se distinguen tres fases en la serie sísmica asociada a la reciente erupción submarina en la isla de El Hierro.

Según informa un comunicado el Cabildo tinerfeño, el estudio ha sido llevado a cabo por científicos del Instituto Andaluz de Geofísica, del Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER), organismo que en la actualidad forma parte del Instituto Volcanológico de Canarias, y por científicos de las universidades de Alaska Fairbanks, Granada y Almería.

El estudio se centra en el análisis y la evolución del parámetro B, que es la pendiente de la ecuación formulada por Richter en 1958 y que relaciona la frecuencia con la magnitud de los terremotos.

En zonas de actividad tectónica, el valor de b es casi siempre cercano a 1.0; sin embargo, en áreas volcánicas, los valores de b son mayores, llegando incluso a 2.5.

En este trabajo científico, publicado por la revista Geophysical Journal International y que edita la Real Sociedad Astronómica de Londres, se ha agrupado la secuencia sísmica registrada durante la crisis sismo-volcánica de El Hierro en tres fases distintas, las cuales corresponden a clusters geográficos bien separados y de distintos regímenes sísmicos.

El valor medio estimado del parámetro b durante toda la serie sísmica ha sido de 1.18 ± 0.03, con una magnitud sísmica de 1,3 para todo el catálogo entre julio de 2011 y enero de 2012.

Este trabajo de investigación destaca las grandes diferencias encontradas en el parámetro b durante las fases inicial y final de la erupción submarina de El Hierro y según Jesús Ibañez, catedrático de la Universidad de Granada y colaborador científico del Involcan, la actividad inicial pre-eruptiva estuvo caracterizada por valores de b cercanos a 2.25, mientras que en la fase tercera y final, este valor estuvo en torno a 1.25.

Según señala Ibañez, el patrón temporal del valor b fue atípico y esencialmente inverso a lo que se esperaba y sugiere que durante la primera fase los terremotos reflejaron la migración del magma desde zonas del manto superior a profundidades cercanas a la corteza oceánica.

El área donde el magma intruyó inicialmente en la corteza fue una zona de transición caracterizada por una alta fracturación, lo que favoreció que los valores iniciales del parámetro b fueran altos.

Los terremotos de mayor magnitud registrados en la segunda fase parecen reflejar la relajación alrededor el reservorio de magma que alimentó la erupción, dando lugar por lo tanto a valores de b menores.

En este trabajo se interpreta que la casi ausencia de sismicidad superficial por encima de los 8 kilómetros días antes del comienzo de la erupción submarina el 12 de octubre de 2011 fue resultado del ascenso sísmico del magma por zonas de debilidad estructural.

Las etapas posteriores de actividad volcánica se caracterizaron por una sismicidad más profunda y menor número de terremotos aunque de mayor magnitud.

Esta fase parece haber representado la relajación de la roca encajante alrededor del reservorio magmático que alimentó la erupción.

Estos resultados reflejan y confirman la importancia de este tipo de estudios para mejorar el conocimiento de la dinámica eruptiva en Canarias y más concretamente de la erupción submarina de El Hierro.