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En Buenavista del Norte > Pedro Fernández Arcila

Una de las pocas noticias refrescantes y estimulantes de este verano vino de la mano de Antonio González Fortes, alcalde de Buenavista del Norte, que decidió donar al Ayuntamiento el dinero que recibía de diferentes organismos y empresas públicas por asistencia a las reuniones. Esta decisión centró la atención de los medios y la opinión pública, ávidos de conocer nuevas formas de gobierno para nuestras Islas, y el alcalde de Buenavista del Norte, que no da puntada sin hilo, aprovechó el foco de la prensa y el interés del público para denunciar tanto la política del PP, que ahoga la autonomía municipal, como la herencia económica recibida del PSOE, que, tras treinta años con la batuta municipal, había dejado al Ayuntamiento en plena bancarrota.

Aquella medida ejemplarizante se vino a unir a otra adoptada por el actual equipo de gobierno municipal, a los pocos días de su toma de posesión: la reducción del sueldo del alcalde y concejales. Antonio González Fortes bajó su sueldo el 40% sobre el que se había asignado el anterior mandatario socialista y los concejales se redujeron el 30% del que percibían los ediles que tenían dedicación exclusiva en el anterior mandato, limitando además el número de concejales liberados con relación al equipo de gobierno que existía antes de mayo de 2011. Si ustedes les preguntan las razones de por qué adoptaron esta medida les contestarán, con bastante parsimonia, que simplemente estaban cumpliendo con una promesa electoral que habían asumido con los vecinos de Buenavista.

Así se las gasta este equipo de gobierno, cuyos miembros rondan la treintena, que han aprendido a gobernar en minoría sin amilanarse porque diseñan la política municipal en consenso con los vecinos, y que dejan mudos a los que interesadamente dicen que todos los políticos son iguales.

Pero sus acciones no solo se limitan al ámbito de la ética política. Han logrado para su municipio una Escuela Taller para la formación profesional de jóvenes desempleados en materias como guías de interpretación y conservación de senderos; constantemente se promueven actividades vinculadas a la promoción de los establecimientos hosteleros del municipio; las actividades culturales son permanentes y la recuperación de la Casa de la Juventud ha ido pareja a la creación de una política juvenil más participativa. Se han lanzado a proyectos muy innovadores como la creación de un banco municipal de tierras con el que se pretende iniciar un proyecto de autoempleo destinado a parados. Gracias a él se abastecerá de productos ecológicos y de calidad a los comedores escolares y a la residencia geriátrica.

En Buenavista del Norte se practica, desde hace un año, una nueva forma de hacer política cada vez más conocida y reconocida por los jóvenes canarios más comprometidos, que comienzan a apasionarse con la idea de transformar colectivamente sus pueblos, nuestras Islas, poco a poco… como en Buenavista.

*Concejal de Sí se puede en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife