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La red, ¿qué red?> Nicolás Soriano y Benítez de Lugo

En estos días ha salido a la luz pública la grave situación que se le presenta a Tenerife si el puerto de Santa Cruz queda fuera de la Red Transeuropea de Transportes (RTT). En mi correo he recibido la posibilidad de sumarme a la plataforma #TFseMueve y estampar mi firma para lograr nuestra pertenencia a la misma y lo he hecho, sin saber muy bien su valor y utilidad. Se que a Europa hay que ir con argumentos . No basta con el agravio comparativo, aunque sea mucho. Me pregunto: si es tan grave quedar fuera de esa red, y estoy convencido que lo es, ¿dónde están las acciones, y no solo las palabras, de los que tienen la responsabilidad y serán los responsables?: Autoridad Portuaria, cabildos de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro (que a ellos también les afecta), Ayuntamientos (especialmente el de Santa Cruz), Partidos políticos (todos), parlamentarios y senadores canarios, al menos los de nuestra provincia (no me atrevo a decir todos), Eurodiputados canarios (idem), Universidad de La Laguna y su Consejo Social, Confederación de empresarios de la provincia con todas sus federaciones y asociaciones, autónomos, sindicatos, cámaras de comercio, organizaciones no gubernamentales, Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife, instituciones culturales , deportivas, sociales y de ocio, asociaciones de todo tipo y de vecinos, técnicos de la Unión Europea y estudiosos, que son los que saben. ¿Queda alguien más? Si -¡y vaya si tiene importancia!- los medios de comunicación y sus profesionales (¿Para qué tenemos TelevisiónCanaria, la que llaman La Nuestra?). En suma, toda la sociedad civil que, si existe, está muda. ¿Servirá esto para despertarla y unirla? Y, por último, no se me olvida, quedamos usted y yo. Pregúntese, ¿qué puedo hacer yo? ¿Solo firmar?
Si se trata de recabar muchas firmas y si éstas sirven para algo en Bruselas, ¿a qué se espera para salir a la calle y recogerlas en todos los municipios y en todas las islas de nuestra provincia? No se trata de hacer declaraciones para anunciar los desastres que se avecinan si nos quedamos fuera de la Red Transeuropea de Transportes. A esos responsables habrá que preguntarles ¿qué acciones están en marcha? Hay que informar a la población, y que no se nos diga que no es prudente, porque se puede pensar que es una excusa para ocultar que no se está haciendo nada. Se acusa al pueblo de Tenerife de desidia, indiferencia, abulia… ¿Qué hace falta para despertarnos? ¿Qué podemos hacer? ¿Seguir callados y mirar para otro lado (“esto no va conmigo”, etc.) o exigir todas las responsabilidades “a quien corresponda” si nos quedamos fuera de la Red? Y por último: tengan mucho cuidado con politizar esta noble lucha para que nadie pueda confundirla con “el pleito”. El tiempo apremia: se acaba el 28 de septiembre (¡de este año!).
Son muchos los interrogantes. Y hay más: los que a cada uno de ustedes se les ocurran. Seguramente, si usted se atreve a dar alguna idea, es muy posible que le digan que eso ya lo había dicho no sé quién (y seguir así sin mover un dedo) o le tachen de decir una ocurrencia, en el significado más peyorativo del término (“¡fuerte volada!”). Ojalá no nos sigamos hundiendo cada vez más, sin darnos cuenta, poquito a poco. De lo contrario, lo único que nos queda es llorar, como siempre. Que no nos metan un gol y, “con llantos y crujir de dientes”, tengamos que sacar el balón dentro de la Red. No me resisto quedarme en Segunda. O, peor, bajar a Segunda B. ¡Despierta Tenerife!