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Las ayudas de extrema urgencia benefician ya a más de 100 familias de Los Realejos

LUIS F. FEBLES | Los Realejos

El Gobierno local del Partido Popular (PP) lo tiene claro: urgencia y rapidez para casos que lo requieren. Más de 100 familias se han beneficiado ya de las ayudas de extrema urgencia social emitidas por el Área de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Los Realejos.

Estas prestaciones, dotadas con un presupuesto de 70.000 euros y una designación de 300 euros por familia, están destinadas a los vecinos que requieran soluciones inminentes, tales como pagos de hipotecas, recibos de luz o abonos urgentes, entre otros. Se trata de una medida pionera a nivel insular que lleva activa desde el mes de noviembre y cuya particularidad radica en su rapidez y agilidad en el trámite. Así, en solo cinco días los ciudadanos demandantes y que previamente han pasado los criterios de selección pueden disponer de 300 euros.

La concejala de Bienestar Social del Consistorio realejero, Noelia González, señala la efectividad de unas prestaciones que “han sacado de apuros” a un número considerable de vecinos. “Son ayudas económicas puntuales que destacan por la premura en su protocolo de actuación, ya que en pocos días los solicitantes la tienen ingresada en su cuenta bancaria”, glosa.

Además, la edil popular explica que el procedimiento de actuación para valorar la necesidad de las subvenciones es “estricto y perfectamente ponderado”, ya que previamente se “pide toda la documentación y la trabajadora social es la que examina el grado de necesidad real”.

Incluso, dentro de la urgencia existen las llamadas “carpetas rojas”, unos documentos donde se registran los casos que requieren una prioridad máxima. “Con ese color, el alcalde y los técnicos saben que esos archivos serán los primeros en firmarse”, puntualiza la responsable municipal.

Servicios Sociales ha registrado en nueve meses un total de 1.800 peticiones de todo tipo, pero 470 han sido prestaciones económicas de emergencia social, no de extrema urgencia. “Recibimos cerca de cinco reclamos por semana, pero lo peor está por llegar; cuando se acabe el subsidio será complicado”, vaticina García.