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Quemados> Rafael de Miguel

Este mes de agosto que tradicionalmente adormece los problemas bajo el sol playero y la ralentización de la actividad económica y política no está siendo sin embargo muy relajante que digamos. A la maldición de los incendios que semana tras semana llenan de angustia, sufrimiento y empobrecen el patrimonio natural y económico de nuestras islas, sin que parezca posible evitarlos, le acompaña una desesperanza en el futuro económico sin que alguien parezca tener la fórmula para salir del atolladero.

El presidente del gobierno Paulino Rivero, entrevistado en El País, advierte del riesgo de fractura social si continúan los recortes del gobierno. En eso estamos de acuerdo, aunque creo que la fractura social está ya muy abonada por los 5,6 millones de parados a nivel estatal o los 300.000 de las Islas que son una cifra traumática. Lo verdaderamente preocupante es que cuando el presidente del gobierno canario asegura que las medidas tomadas por el gobierno de Rajoy son discutibles no haya en su respuesta una alternativa a las mismas. Es posible que el gobierno central tenga poca cintura y la falta de diálogo con el resto de fuerzas del arco parlamentario es algo que reclama una buena parte de la ciudadanía, pero el margen de maniobra con el BCE escupiendo recomendaciones y el comportamiento de los mercados, a su libre albedrío, tampoco dejan muchas opciones.

En resumidas cuentas, que la situación es mala y las soluciones no aparecen al final de página como en los crucigramas de los diarios.

Cabe sin embargo estar distraídos unos días con las andanzas del alcalde de Marinaleda, Sánchez Gordillo, y su colegas, metidos ahora a salteadores de supermercados que como crónica esperpéntica de esta España cañí no está mal, pero que no deja de ser un episodio chusco revestido de ese quijotismo tan propio de nuestra forma de ser para arreglar problema , pero que como solución no conduce a nada.

Y si no, hagamos caso a otro marxista ilustre (Groucho) cuando ofrecía su solución a las crisis : “yo he salido de la pobreza para caer en la más absoluta miseria”. ¡Un poco de humor, por favor!