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“Un kilo de comida ayuda más en esta crisis que un ramo de flores”

Alexis González de León. | DA

JOSÉ L. CONDE | Candelaria

Fray Alexis González de León, rector de la Basílica de Candelaria, hace un llamamiento en esta “época de crisis económica y de prima de riesgo” a mantener los criterios de la alegría y la esperanza, algo que “nunca nos podrán quitar ni tampoco recortar”. Al rector se le ve preocupado por la grave situación económica de muchas familias del Valle de Güímar, más de 300 reciben ayuda de Cáritas Interparroquial solo en Candelaria, por eso pide a los peregrinos que porten alimentos en su caminar hacia la Villa Mariana.

-¿Cuál es el mensaje que se quiere hacer llegar desde la iglesia a las familias, y especialmente a aquellas que están necesitadas, en las Fiestas en honor de la Virgen de Candelaria?

“Fundamentalmente tenemos posibilidades de caminar aunque el camino sea gravoso y lleno de dificultades. Pero podemos llevar en nuestra mochila la alegría y la esperanza, que pertenecen a nuestra libertad y a nuestro estado de ánimo, y cargarnos también con gestos de solidaridad a la hora de peregrinar hacia Candelaria a visitar a la Virgen. Que nuestro horizonte sea aquel que alimente nuestra esperanza, que es Cristo, y que nos dé luz para nuestras situaciones de precariedad. Además si junto a nuestro refrigerio para el camino traemos un kilo de solidaridad yo también lo metería en la mochila”.

-¿Cree que la crisis económica ha influido en aumentar las vocaciones religiosas y en una mayor presencia en las iglesias?

“En cuanto a las vocaciones religiosas seguimos en el mismo tono. Quizás se tardará unos años en poder recuperar algunas. Hoy mismo van entrando como a goteo. Es un compromiso que la gente tiene que asumir de una manera no solo cristiana sino humana, y tiene que comprender porque supone mucho sacrificio. Hay que dejar muchas cosas. Sobre la presencia de fieles en la misa se ve que hay mucha especialmente el fin de semana, pero quizás todavía no ha arrancado del todo. Hay mucha gente que sí viene a expresar sus agobios a la hora de hablar o de desahogarse o buscar un canal que escuche con paciencia su situación humana. Eso sí se ve bastante”.

-¿Qué recortes ha tenido que realizar la Basílica para afrontar la fiesta de la Patrona de Canarias?

“En cuanto a la fiesta religiosa intentamos no sobrepasarnos de lo que cada año estimamos oportuno. Ahora estamos buscando presupuesto para el paseo de San Blas y también tendremos que arreglar la fachada de la capilla y los cristales. El recorte más importante se lo lleva la cuestión social de que intentan que la Iglesia pague el IBI. La Iglesia intentará colaborar siempre en la medida de sus posibilidades y hay que señalar que aunque tenga esa exención del IBI, también tiene bastantes filas de pobres en sus parroquias y yo no sé si lo tienen muchos partidos políticos o sindicatos. A partir de ahí, que se revise o no el citado Concordato, creo que lo fundamental es que nosotros desde la oficialidad de la Iglesia nos ajustaremos a lo que la ley marque”.

-La basílica antes costeaba los fuegos artificiales y parece que este año no será así…

“Nosotros destinábamos una cantidad para los fuegos después de las procesiones, unos 3.000 euros, y ahora vemos que es un gasto innecesario y lo vamos a destinar a sufragar a los más necesitados. Aparte desde hace varios domingos estamos informando en las homilías de que los ramos de flores pueden embellecer, pero en esta situación de crisis económica ayuda más un kilo de comida y, sobre todo, para los niños. Las aportaciones económicas de promesas se trasladarán a Cáritas Interparroquial”.

-¿Se ha notado que, una vez acabado el curso escolar, hay más niños que están mal alimentados al no existir el comedor de los colegios?

“Sí, hay mucha en el Valle de Güímar, pero sobre todo en el caso de Candelaria son 300 familias las que piden a ayuda a Cáritas Interparroquial, que tiene su sede en Santa Ana, y que dedica todos los meses la colecta del fin de semana que va a la citada organización. El año pasado, entre los fuegos y la recolecta se recaudaron 6.000 euros y durante el año estamos hablando de 18.000 euros. Si se suma es una cantidad importante para los pobres”.